El repartidor no entregó un total de 3.698 envíos, que más tarde fueron encontrados en su coche personal y su taquilla.
La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a un repartidor de Correos por no entregar durante cinco meses un total de 3.698 envíos que ocultó en su coche personal y su taquilla. Los magistrados han decretado una pena de un año y medio de prisión para el trabajador, además del pago de una multa de 1.080 euros.
La compañía realizó una investigación interna al recibir numerosas quejas por la falta de entregas de cartas y paquetes en una misma zona vecinal entre febrero y julio de 2019. Tras realizar una inspección voluntaria del vehículo privado del repartidor, Correos descubrió que en éste albergaba 3.600 envíos que no fueron debidamente repartidos. En concreto, los bultos encontrados correspondían a 3.523 envíos ordinarios, 25 IPcs urgentes, 21 envíos pendientes de registrar y 36 envíos vinculados a procesos electorales (celebrado el ya pasado por entonces 28 de abril), así como 41 paquetes ya franqueados.
No entregó 3.698 envíos
Unos días más tarde, la responsable de la oficina de Correos en la que el repartidor trabajaba, encontró en la taquilla del acusado otros 98 envíos ordinarios sin repartir. Tras el acopio de todos los bultos pendientes de repartir, la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos procedió al envío urgente de todos ellos a sus destinatarios.
Tras repasar la casuística del caso, el tribunal gallego ha sentenciado al repartidor de 64 años a 1 año y medio de cárcel y una multa de 1.080 euros al estipular que sus acciones fueron derivadas de su “grave adicción a bebidas alcohólicas” y también debido a las dilaciones indebidas en la resolución del proceso judicial. Además, en la sentencia la Audiencia Provincial de A Coruña decreta una suspensión de 3 años y medio para el desempeño de cualquier cargo público, “la realización de cualquier labor relativa a la actividad postal y paquetería, así como desempeñar cualquier función para Correos”.
