Del porcentaje de mercancías por ferrocarril que se mueve en España, alrededor del 5 por 100 del total, la mitad lo hace desde o hacia los puertos marítimos.
La afirmación sobre el porcentaje movido por ferrocarril en conexión con los puertos, realizada por Juan José Aguilar, jefe de la División de Operaciones e Intermodalidad del Puerto de Algeciras, durante el desarrollo de una de las mesas redondas de la jornada Rail Hub Ibérico (Zaragoza, 20 de octubre de 2022), evidencia la importancia y la oportunidad de la conexión ferroviaria-marítima para el transporte sobre raíles. Sin embargo hay que hacer un análisis ponderado y ajustado.
Para Manuel Guerra, subdirector adjunto a Presidencia del Puerto de Valencia, ese análisis pasa por reconocer que “el ferrocarril llega donde llega, tiene también limitaciones y no todo es `ferrocarrizable´. Es más –añadía- para saber qué porcentaje de mercancías puede trasladarse por este medio no hay que poner en el denominador el total de la mercancías porque, por ejemplo, no puede llegar a la última milla”.
Aún así, precisamente en Valencia se dan casos de éxito palpables, como el de la “línea de transporte de contenedores” entre el Puerto de Valencia y Madrid.
Algeciras es otro ejemplo de ese crecimiento y esas oportunidades: 32.000 escañas al año, ubicación estratégica en el Estrecho de Gibraltar, 35.000 UTIs (Unidad de Transporte Intermodal) en 2021 y 60.000 en 2022, en un paso, el del Estrecho del lado español al que cada año llegan 450.000 camiones desde la terminal Tanger Med y secundariamente desde Ceuta.
La otra parte del binomio ibérico estuvo representada en esta mesa de puertos por el de Leixões-Oporto. Su program manager, Vasco Silva, dijo que la unión ibérica por ferrocarril era esencial para el transporte de mercancías. Solo en el ámbito de influencia de ese puerto marítimo luso la capacidad es de 1.600.000 TEUs/año.
Carlos Alzaga, director del Puerto de Bilbao, se expresó en términos similares. “Los puertos –dijo- somos parte de la cadena logística y si no, no somos nada. Además, hay que sumar los hinterlands –“un potencial de 100 millones de toneladas”, dijo Alzaga- alrededor de la infraestructura marítima, que favorecen la competitvidad y son esenciales para ello.
Las cifras del puerto vasco son relevantes: 4.800 trenes /año (unos 90 a la semana), de los que un 23 por 100 es carga en contenedores. La realidad y el potencial están ahí. De hecho el Puerto de Bilbao está conectado con 20 terminales ferroviarias y participa en siete de ellas, conectando sobre todo con Europa Occidental y los puertos atlánticos europeos.
La mayor barrera –al margen del desarrollo estructural del ferrocarril de mercancías- está en la sempiterna prioridad de los pasajeros –en horarios y días de ocupación- que transitan por el mismo hilo ferroviario, que C. Alzaga calificó de “auténtico drama”.
Por su parte, Santiago García-Mila, subdirector general de Innovación y Estrategia de Negocio del Puerto de Barcelona expresó su preocupación –siempre en el escenario ferro-portuario- por el “colapso” del Corredor Mediterráneo, que deja de ser competitivo más allá de los Pirineos. “Los puertos ya hemos hecho los deberes –dijo a este respecto y en relación a las infraestructuras de conexión ferroviaria- y ahora nos encontramos con que tenemos que reducir la cuota ferroviaria porque no cabe más mercancía”.
Finalmente, también habló oportunidad para las mercancías, tanto en el transporte marítimo como por ferrocarril, porque “ya no somos periféricos: estamos en el centro porque el centro se ha movido” hacia el sur.
La última intervención fue de la de Pau Morales, responsable comercial en el Área Intermodal del Puerto de Tarragona, que empezó lamentándose de que “desde hace diez años tenemos las instalaciones del puerto preparadas para conectar con el ancho UIC (internacional)”, añadiendo que hay “falta de capacidad en las infraestructuras alrededor del puerto”.
Tarragona es un puerto esencialmente granelero (90 por 100), que no ha dejado de explorar las posibilidades de otros tipos de carga, que dispone de 12 puntos de carga de mercancía por ferrocarril en sus infraestructuras, y que ha realizado una importante inversión para poner en marcha el Puerto Seco de Guadalajara-Marchamalo, para asegurarse la conexión con el centro peninsular.
