Más de 300 grandes compañías han abandonado el país desde la invasión de Ucrania, con el componente directo en las operaciones y flujos logísticos como causa o efecto.
El castigo a Rusia por su invasión de Ucrania y los paquetes de sanciones económicas, han impulsado a más de 300 compañías (datos de agosto de 2022) a abandonar sus actividades en el país. Las dificultades logísticas de aprovisionamiento en un ambiente bélico y los problemas reputacionales son la base de la decisión que han tomado muchas multinacionales, a pesar de que también supone un importante sacrificio en sus cuentas de resultados. A ellas, hay que añadir las que siguen en suelo soviético con una actividad reducida o simplemente suspendida.
Junto a la incertidumbre de la guerra, la inestabilidad del rublo o las dificultades de aprovisionamiento han pesado sobremanera en la toma de decisiones de las multinacionales de todos los sectores. Junto a la pérdida de ingresos importantes, soportar el riesgo reputacional de la permanencia en suelo soviético ha cobrado enteros y los grandes magnates empresariales han tenido que hacer frente a las pérdidas en las cuentas de resultados que es la consecuencia más inmediata de su salida.
Multinacionales de todo el mundo se unen a las sanciones a Rusia
Un total de 312 compañías de todo el mundo han abandonado Rusia desde que comenzara la guerra de Ucrania, según los datos proporcionados por el responsable del Yale Executive Leadership Institute, Jeffrey Sonnenfeld. A esta larga lista se suman otras que, aunque todavía permanecen en territorio soviético, han decidido, o bien reducir su actividad hasta dejarla en algunos casos a un nivel puramente testimonial, o bien suspender la misma para esperar tiempos mejores. En sus decisiones, hay dos elementos que han pesado fundamentalmente: las dificultades logísticas y los riesgos reputacionales que puede sufrir cualquier firma que siga en el país tras la invasión de Ucrania.
No a la guerra
Desde Inditex, Mango o Tendam (Cortefiel) pasando por gigantes de EE.UU. como Microsoft, Google, Apple o McDonalds, hasta la cadena sueca de muebles Ikea. Todos han cerrado sus establecimientos en Rusia como muestra de oposición a la guerra en Ucrania.
Además de las causas éticas que se plantean, la inestabilidad del rublo, el efecto de las sanciones internacionales y las dificultades de aprovisionamiento están animando a las multinacionales a abandonar este mercado. Aunque las ventas en Rusia tienen gran importancia para muchas de ellas, en estas circunstancias, mantener la actividad puede desembocar en una debacle de su imagen de marca.
El caso de la española Inditex
Inditex decidió suspender la actividad de las 502 tiendas que tiene en Rusia así como las operaciones a través de internet. La compañía justificaba su decisión porque en estas circunstancias bélicas no podía garantizar la continuidad de las operaciones y de las condiciones comerciales en la Federación Rusa. De todas las tiendas físicas, la marca más popular en Rusia es Bershka, con 106 tiendas. Le siguen en número Pull&Bear (87 tiendas), Zara (86), Stradivarius (76), Oysho (63), Massimo Dutti (53), Zara Home (44) y Uterqüe (12). La empresa señala que Rusia constituye alrededor del 8,5 por 100 del resultado operativo global del grupo y asegura que su prioridad es la plantilla de más de 9.000 personas en ese país, con las que viene desarrollando un plan especial de apoyo.
Microsoft y Google
Las gigantes tecnológicas estadounidenses también se han sumado al veto a Rusia. El gigante informático Microsoft ha dejado de vender nuevos productos a Moscú, aunque ha cumplido con los contratos ya firmados en el momento de la retirada. Google ha cesado la venta de sus servicios publicitarios en el país y ha eliminado de la plataforma de pagos los vídeos del medio del Kremlin RT en Youtube.
Empresas del sector logístico
En el sector logístico, las medidas de estrangulamiento de la actividad rusa en los puertos han influido en que en muchos sectores se suspenda la actividad comercial por falta de existencias. El caso más relevante es el de la naviera Maersk. Junto a ella las otras dos grandes líneas de contenedores, MSC y CMA CGM han bloqueado el tráfico marítimo ruso. Pero también han suspendido la actividad firmas postales como United Parcel Service Inc. (UPS) y FedEx Corp., con sede en EE.UU., sin olvidar a Hapag Lloyd, Deutsche Post y Küehne+Nagel, de Alemania, que también han entrado en la lista. Boeing y Airbus también anunciaron que suspendían el apoyo y servicios para las aerolíneas rusas.
Gigantes de la alimentación y multinacionales del ocio
Grandes multinacionales estadounidenses también han boicoteado a Rusia. Es el caso de Coca-Cola, Pepsi, McDonalds o Starbucks. En el sector del ocio, Disney, Sony Pictures y Warner Bros. anunciaron la suspensión de estrenos de sus películas. Netflix también suspendía su actividad. Hasta la británica BBC se sumó, pero manteniendo las emisiones desde el extranjero hacia Rusia.