La cadena de suministro del gran consumo experimenta un momento de transformación en el que la reducción de costes, la digitalización y la sostenibilidad son elementos fundamentales para afrontar el futuro más inmediato.
Para el año que viene, la cadena de suministro del sector del gran consumo estará marcada por tres grandes tendencias: la reducción de costes, la digitalización de los procesos y la implementación de medidas de sostenibilidad.
Así lo destaca el informe “Perspectivas para la Cadena de Suministro del Gran Consumo 2024”, presentado por María Tena, directora de Logística y Transporte de AECOC, durante el 14º Congreso AECOC de Supply Chain.
La reducción de costes es la prioridad para las empresas
El aumento de los costes de personal y mano de obra es un reto significativo para las empresas, con un 81% de las encuestadas reportando incrementos en estos gastos. Además, más de la mitad de las compañías ha experimentado un aumento en los costes de transporte.
Ante esta situación, la optimización del transporte, la automatización de almacenes y la mejora de las operaciones logísticas se han consolidado como las medidas más adoptadas para contener y reducir costes.
Digitalización: una estrategia fundamental para ganar resiliencia
La digitalización de la cadena de suministro es una de las principales estrategias que las compañías han implantado para ganar más resiliencia y flexibilidad operativa. Ocho de cada diez empresas reconocen la importancia de digitalizar sus procesos y la mayoría de las empresas ya ha incrementado sus inversiones tecnológicas con respecto al año anterior.
En este sentido, las áreas más relevantes dentro de la digitalización son la automatización de los procesos logísticos, el uso de las herramientas de análisis de datos y la mejora de la ciberseguridad.
Un futuro más sostenible
El sector también está dando pasos firmes hacia la sostenibilidad, una tendencia que está ganando terreno a medida que las regulaciones medioambientales se intensifican. El informe de AECOC detalla que la prioridad de las empresas es reducir los trayectos vacíos y adoptar vehículos con combustibles alternativos para distancias medias y largas.
Además, casi la mitad de las empresas está trabajando ya activamente en la medición y la monitorización de su huella de carbono.