Las empresas del sector mueven ya más de 3,3 millones de paquetes diarios y se consolidan como pieza económica estratégica en los entornos urbanos e interurbanos.
La logística española ha demostrado una capacidad de adaptación sin precedentes al absorber un crecimiento del 240% en los envíos de comercio electrónico en apenas cinco años, pasando de 538 millones de entregas en 2019 a 1.303 millones en 2024. Según datos de la patronal UNO Logística, el sector es capaz de gestionar más de 3,3 millones de paquetes diarios con una tasa de incidencias mínima del 0,001%, situándose como una pieza clave en el nuevo modelo económico y urbano.
El presidente de UNO, Francisco Aranda, presentó estos datos durante la jornada “Logística y DUM, hacia los nuevos modelos de ciudad”, celebrada en Sevilla con la colaboración de la CES. En el marco de este encuentro se dio a conocer el análisis “Logística de Ecommerce de España 2025: Operadores Logísticos”, elaborado por UNO junto a Ecommerce News, que radiografía los retos y tendencias de la distribución urbana de mercancías (DUM).
La automatización e IA se abren paso
El informe constata que el 94% de las empresas logísticas ya opera con soluciones tecnológicas avanzadas, como softwares de optimización de rutas, inteligencia artificial aplicada a la previsión de la demanda, automatización de almacenes y plataformas de trazabilidad en tiempo real. Estas herramientas han permitido reducir desplazamientos innecesarios, mejorar la eficiencia energética y anticipar picos de consumo.
Sin embargo, los operadores identifican frenos relevantes. El 31% señala el coste de la entrega como principal obstáculo, seguido de la sostenibilidad y reducción de emisiones (24%) y la eficiencia en tiempos de entrega (21%). También preocupan factores como la experiencia de cliente y el seguimiento de pedidos (12%), los reintentos de entrega (7%) y la optimización de rutas (5%).
En materia ambiental, el 59% de las empresas del sector ya prioriza la sostenibilidad o ha implementado medidas activas en este sentido, aunque la transición no está exenta de barreras: altos costes de inversión (22%), falta de incentivos y carencias en infraestructuras (18%), así como el impacto en la rentabilidad (15%). Además, solo el 1% de los clientes estaría dispuesto a pagar más por envíos sostenibles, lo que obliga a los operadores a buscar fórmulas que no dependan de la voluntad de gasto del consumidor.
E-commerce: más hubs y costes en la DUM
Otro de los grandes focos es la regulación de la DUM. El 40% de las empresas asegura que la normativa les ha empujado a desplegar hubs urbanos y flotas de bajas emisiones, mientras que un 30% denuncia incrementos de costes en la última milla y un 19% se ha visto forzado a modificar rutas y horarios. Apenas un 11% afirma que la normativa no ha afectado a su operativa.
El estudio también pone el acento en el desafío de las devoluciones, que impactan en costes, huella de carbono y eficiencia: el 47% de los operadores consigue mantenerlas por debajo del 5% gracias a procesos optimizados, mientras que un 41% se mueve entre el 5% y el 10% y un 12% soporta tasas de hasta el 20%.
Las soluciones alternativas de entrega también siguen abriéndose camino: los lockers o puntos de conveniencia ya son utilizados por el 59% de las empresas, mientras que los hubs urbanos apenas alcanzan una adopción del 29%. En cuanto a los KPI más valorados por los clientes, lideran la calidad global del servicio (38%), la puntualidad (30%) y el éxito en la primera entrega (21%), por encima del coste (8%) y la gestión de devoluciones (3%).
“Estamos ante un modelo de ciudad que exige flexibilidad y planificación inteligente”, afirmó Aranda, quien defendió que la distribución urbana de mercancías ya no es el último eslabón de la cadena, sino el primero en la transformación de las urbes. Según el presidente de UNO, la tecnología permite diseñar con precisión la red logística necesaria para garantizar la sostenibilidad, la competitividad y el servicio al ciudadano.