España se ha sumado a una iniciativa conjunta de Austria, Bélgica, Francia, Grecia, Italia, Hungría y Polonia para solicitar a la Comisión Europea un refuerzo inmediato de las medidas de control sobre plataformas de comercio electrónico de terceros países, entre ellas Shein, Temu y AliExpress. Los Estados firmantes reclaman una aplicación estricta del Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y una supervisión sostenida ante lo que califican como prácticas de competencia desleal.
Según adelantó Fashion Network, el principal impulsor de la carta es el ministro francés de Comercio, Segen Papin, que trasladó esta posición durante el Consejo de Competitividad celebrado en Bruselas. El responsable francés señaló que la investigación abierta por la Comisión a Shein debe completarse con «medidas provisionales» destinadas a mitigar riesgos asociados a la actividad de las grandes plataformas digitales.
Francia eleva la presión y pide sanciones en curso
La iniciativa llega después de que Francia instara en noviembre a la suspensión temporal de Shein por un caso relacionado con productos de vendedores independientes. Ese procedimiento, actualmente en manos de los tribunales, podría desembocar en nuevas exigencias regulatorias para la plataforma. Papin también solicitó que la Comisión valore sanciones adicionales para Temu y AliExpress dentro de los expedientes ya en marcha.
Además, los países firmantes argumentan que la supervisión comunitaria es esencial porque los riesgos sistémicos derivados de estas plataformas exceden el ámbito nacional y deben tratarse a escala europea, especialmente en lo relativo a seguridad del producto, protección del consumidor y control aduanero.
España ya había pedido mayor control en junio
La posición española no es nueva. El pasado mes de junio, el Gobierno se alineó con otros países para pedir una actuación más contundente ante el rápido crecimiento de los marketplaces asiáticos y su impacto en la competencia del comercio electrónico europeo. Entonces, varios Estados miembros defendieron la necesidad de reforzar las obligaciones de trazabilidad, exigir mayor transparencia a los vendedores externos y revisar el marco aduanero para garantizar que todos los operadores compiten bajo las mismas normas.
Aquella ofensiva se produjo en paralelo a otras iniciativas comunitarias, como el avance hacia un pasaporte digital de productos y la revisión de los estándares de seguridad aplicables a juguetes y artículos infantiles comercializados en plataformas transnacionales.
Petición formal a la Comisión: más controles y un papel activo
En la misiva actual, los ocho Estados demandan a la Comisión que coordine esfuerzos para reforzar los controles ejercidos por autoridades aduaneras y organismos de protección al consumidor. Además, instan al Ejecutivo comunitario a asumir un papel más activo en la monitorización del cumplimiento del DSA y a evaluar nuevas obligaciones para las plataformas catalogadas como de muy gran tamaño.
La Comisión Europea ya ha solicitado información adicional a Shein, un paso que podría derivar en la apertura formal de una investigación.
















