Los tres días de huelga previstos para esta semana, primeros de un total de nueve, según la convocatoria realizada hace unas jornadas por el sindicato de estibadores, han sido desconvocados, si bien la página web de la Coordinadora Estatal de Trabajdores del Mar, cuyo líder, Antolín Goya, encabeza las reivindicaciones, no refleja este extremo.
Aunque la desconvocatoria se da por segura, una de las compañías más afectadas, la naviera de contenedores Maersk Line, que habla de pérdidas cuantiosas para el sector y anunció la semana pasada un plan de contingencias para sus buques que recalan en su mega-terminal de Algeciras, no da nada por seguro.
Tampoco El Ministerio de Fomento, que mantiene el anuncio de Resolución de Servicios mínimos de los servicios públicos esenciales en el servicio portuario de manipulación de mercancías. Y mientras tanto las pérdidas ya acumuladas suman más de 100 millones de euros.
El argumento principal para la desconvocatoria sería el apoyo explícito del PSOE, que se opondría al Decreto Ley que ha preparado el Gobierno y ha sido aprobado en Consejo de Ministros, pero que ahora, preceptivamente, debe pasar por el Parlamento antes de su aplicación.
Ese trámite estaba previsto para esta misma semana, aunque hay rumores que apunta a que Fomento podría retrasarlo para evitar que los votos de PSOE y Podemos (que ha apoyado a los estibadores públicamente desde un principio) tumben el Decreto Ley de Liberalización del sector de la estiba, al que está obligado el Gobierno tras la sentencia del Tribunal de la UE, que conmina además a su inmediata aplicación bajo multa multimillonaria si no es así.
El mayor problema es que la búsqueda de puertos alternativos temporalmente durante el conflicto –que ya ha ocasionado graves problemas de retrasos en el movimiento de contenedores- puede tornarse en definitiva, mermando una actividad portuaria creciente que ha arrojado beneficios en el pasado más reciente.
Pero ni sindicatos, ni patronal (ANESCO), ni Fomento que de momento no sabe qué hacer son esta “patata caliente”, parecen avanzar por la senda negociadora y del acuerdo.
