Los trabajadores de UPS se preparan para ir a huelga el próximo 1 de agosto mientras las empresas del país se preparan para hacer frente a la posible interrupción de la cadena de suministro.
Tras tres meses de negociaciones entre UPS y el sindicato Teamsters, éste ha aprobado ir a la huelga si la empresa de mensajería no mejora sus condiciones laborales antes del próximo 31 de julio. El parón de cientos de miles de trabajadores de UPS podría suponer grandes estragos para la entrega de mercancías en el país. El principal competidor de la compañía, FedEx, está aceptando mayores volúmenes de lo habitual para poder sortear esta circunstancia.
Las reclamas por parte de la fuerza laboral y el sindicato vienen de lejos. Los conductores de la compañía exigen una mejora de los salarios, especialmente para los trabajadores a media jornada. Según el sindicato, la inflación ha hecho meya en el poder adquisitivo de los 150.000 trabajadores a tiempo parcial de la empresa de mensajería, y exige que “la pobreza a tiempo parcial acabe en UPS”.
Mejoras salariales y laborales
Entre las reclamaciones del sindicato también se encuentra la mejora de las condiciones laborales, como por ejemplo en lo relativo a trabajar con altas temperaturas. En este ámbito, UPS y Teamsters habrían llegado a un acuerdo para instalar nuevos equipos de refrigeración en los camiones.
Según los últimos datos conocidos, UPS habría presentado una nueva propuesta de mejora al sindicato en la que se incluiría una subida salarial adicional a la de la anterior proposición del 1%, la cual habría sido rechazada por Teamsters.
340.000 empleados a huelga
Tras la expiración del Memorando de Entendimiento (MOU) el pasado 30 de junio, los trabajadores han comenzado a realizar los primeros piquetes en Oxnard (California). Está previsto que, si ambas partes no llegan a un acuerdo antes del 31 de julio, los repartidores de UPS vayan a huelga a partir del día 1 de agosto.
Este parón sería el segundo para la compañía, después de la huelga de 1997, en la que participaron alrededor de 185.000 trabajadores durante 15 días. En ese momento, la inactividad supuso unas pérdidas para la compañía de unos 850 millones de dólares. Teamsters representa actualmente a 340.000 conductores de UPS, por lo que la huelga podría causar grandes estragos en la distribución de mercancías en el país. Desde FedEx ya han adelantado que ninguna empresa de mensajería puede asumir el volumen de paquetería de UPS.
Por ahora, el segundo mayor operador de Estados Unidos, está aceptando mayores volúmenes de sus clientes. Ante la amenaza de huelga, los empresarios del país están contactando también con cargadores externos e incluso están modificando la manera de realizar envíos, llegando a optar por la agrupación de paquetes, según informa The New York Times.
