A pesar de la crisis, las transacciones de activos inmobiliarios logísticos han conseguido alcanzar los 520 millones de euros, una inversión que supone el crecimiento en un 17 por ciento con respecto a la primera mitad del 2019 según datos de la consultora CBRE.
Impulsada por el auge del ecommerce, la demanda de estas instalaciones se ha agudizado a consecuencia del confinamiento, convirtiéndose en el ‘activo refugio’ del sector inmobiliario.
Tal y como detalló Alberto Larrazábal, director de industrial y logística de CBRE, el sector logístico está muy bien posicionado para atraer el capital de los principales inversores, ya que se contempla como el primer segmento inmobiliario que saldrá de la crisis y el primero en recuperar los niveles y volúmenes de actividad pre COVID.
El arrendamiento ha sido el modelo que mejor ha sabido sortear los efectos de la pandemia, llegando incluso a generar crecimientos locales a pesar de que, en cómputo global, ha sufrido un descenso.
Concretamente, en su análisis a los principales polos e instalaciones logísticas del país, CBRE ha señalado que entre enero y junio se alquilaron más de medio millón de metros cuadrados de superficie en naves logísticas, un 20 por 100 menos que un año antes.
