Los mercados de abastos de barrio, en Madrid, cada vez con menor actividad, se sugieren como posibles hubs urbanos para facilitar la distribución.
La Organización Empresarial de Logística y Transporte, UNO, “está trabajando de forma colaborativa con ayuntamientos de toda España para establecer un marco de trabajo para la distribución urbana de mercancías, si bien esa competencia es de cada corporación urbana”. Con esta declaración de su secretario general, Francisco Aranda, arrancaba ayer en la sede de la CEOE la jornada “Retos para la movilidad en logística y transporte” organizada por la patronal de los operadores logísticos.
Aranda, que también mencionó el proyecto “Madrid reparte”, en el que trabaja su organización para desarrollar una app que facilite el reparto ofreciendo información de la reglamentación y limitaciones urbanas, estuvo acompañado en la inauguración de la delegada del Área de Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, quien hizo un somero repaso de la situación de la zona capitalina de bajas emisiones y circulación restringida, Madrid Central.
Rodada ya su implantación, habló del cambio de escenario en la movilidad –“nuevas tecnologías, nuevos servicios, nuevas normativas, más respeto al medioambiente y salud y nuevos canales de comercio”– y de que es necesaria una acertada planificación pues “tiene un enorme impacto para todos”, especialmente para los elementos “más débiles” (pequeño comercio, distribución) que además deben renovar sus flotas. En este sentido y para concluir señaló que “hay que ir evaluando la velocidad de renovación [de las flotas] con el horizonte normativo actual [2022] y en función de ello ir modulando la implantación de las medidas”, para lo que ofreció colaboración y no ocultó la importancia de esos cambios “hay que decirlo claro, sobre todo en época electoral”.
Necesidad de nuevos vehículo
En ese marco, una de las necesidades más acuciantes –expresada por no pocos de los intervinientes en la jornada- es la cobertura de la distribución urbana con vehículos adecuados en cuanto a capacidad, autonomía y combustibles alternativos. A ello se une la conectividad y otras aportaciones como la de vehículos de distribución compartidos –Van2Share- según expresaba Carlos Nieto, marketing operations manager de Mercedes Benz Vans España, quien dijo que “hay que dar paso al vehículo eléctrico pero evitando atajos” y anunció el lanzamiento de nuevos modelos eléctricos –eVans- de 1.000 kg de capacidad y 150 km de autonomía para este mismo año.
Experiencias urbanas
Entre otros contenidos el resto de la jornada contó con la exposición de las experiencias de diversas compañías en la distribución urbana, precisamente, en el área Madrid Central, tras algunos meses de experiencia.
Coincidencia absoluta en la bondad de la medida y el modelo –ante cuyas restricciones la mayoría compañías ya se encontraban preparadas- que se entiende deben exportarse a otros núcleos urbanos con similares reglas, evitando que se multipliquen las alternativas que compliquen un entorno, el urbano, cada vez más exigido.
Coincidencia casi absoluta de empresas como Primark, Calidad Pascual, Mahou San Miguel, Zeleris, Cofares, Citylogin/FM Logistics o Mensos, a pesar de haber escogido modelos y alternativas de vehículos diferentes –se repite la necesidad de un portfolio adecuado de furgonetas y camiones eléctricos aunque se anuncian lanzamientos y colaboraciones- y coincidencia también en una infraestructura, la de los hubs urbanos –utilizando por ejemplo mercados de abastos de barrio ahora con baja actividad y espacio ocioso– que mejoraría la distribución urbana y los tiempos de reparto.
Hubo tiempo también para la crítica, la de los expendedores de tabaco; la del representante de Mensos, “no sé qué mejora un vehículo híbrido enchufable”; y la curiosa definición de logística de José Enrique Díaz, de Scoobic: “Un mal necesario por el impacto que tiene en el medio urbano, sobre todo por el comercio electrónico”.
