La decisión de Donald Trump de imponer nuevos aranceles no solo sacude el comercio internacional, sino que amenaza con transformar las cadenas de suministro globales. Conversamos con Marta Serrano Pérez, directora del Grado en Transporte y Logística de la Universidad Camilo José Cela, sobre este asunto.
Las aguas del comercio mundial nunca permanecen tranquilas, pero la reciente decisión de Donald Trump de imponer nuevos aranceles ha creado ondas expansivas que podrían transformar por completo las rutas comerciales, los precios y las estrategias empresariales.
En un mundo cada vez más interconectado, donde cada contenedor, cada carga y cada viaje tiene el poder de alterar el equilibrio, el anuncio de nuevos aranceles sobre productos básicos ha añadido un ingrediente de incertidumbre que sacude el alma de las economías dependientes del libre comercio.
Esta nueva situación puede tener graves consecuencias en la economía española. Según un informe CaixaBank Research, un incremento del 10% en los aranceles podría reducir las exportaciones españolas en aproximadamente 1.388 millones de euros, lo que representa hasta un 0,1% del Producto Interior Bruto (PIB) de nuestro país.
Un golpe directo al sector logístico
El sector logístico, que ha sido testigo de un crecimiento constante en las últimas décadas, se encuentra ante un cambio inesperado. Con el alza en los aranceles, los costes de importación y exportación aumentan, lo que inevitablemente afectará a los precios finales de los productos.
Este cambio, lejos de ser una mera cuestión de números, redefine las estrategias comerciales y logísticas de miles de empresas en España, muchas de las cuales se verán forzadas a modificar sus cadenas de suministro.
Tal y como apunta Cámara de Comercio de España, se estima que el aumento de los aranceles podría elevar los costes logísticos en un 4% de media, lo que afectaría a sectores clave como la automoción, la electrónica y la construcción.
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“La subida de los aranceles aumentará de forma directa el coste de las materias primas, lo que a su vez elevará los precios de los productos finales” cuenta Marta Serrano Pérez, directora del Grado en Transporte y Logística de la Universidad Camilo José Cela al área de Logística de C de Comunicación.
“Esto afectará tanto a las empresas productoras como a los consumidores, ya que los márgenes de ganancia se verán reducidos y se encarecerán los bienes finales” recuerda.
Modificación de las rutas comerciales
El aumento de los aranceles también tendrá un impacto directo en las rutas comerciales globales. Ante la posibilidad de que los costes de importación de metales y otros productos se incrementen, las empresas españolas podrían verse obligadas a rediseñar sus cadenas de suministro.
Una posible respuesta será la reorientación de las importaciones hacia otros mercados fuera de los Estados Unidos, como los países asiáticos o de América Latina, lo que alterará las rutas tradicionales y podría generar un cambio en las modalidades de transporte, desde el marítimo hasta el ferroviario o aéreo.
Según comenta Serrano Perez, “las empresas logísticas deberán optimizar sus rutas y diversificar sus proveedores para mitigar los costes adicionales derivados de los aranceles. Esto podría llevar a un aumento de los tiempos de tránsito y una mayor complejidad en la gestión logística”.
Impacto en los costes de fletes y almacenamiento
Los aranceles inciden en los costes asociados a la logística. El aumento de los precios de las materias primas eleva los costes de flete, ya que las compañías deberán hacer frente a mayores tarifas para el transporte de mercancías a través de las rutas comerciales afectadas.
A esto se suman los posibles incrementos en los costes de almacenamiento, ya que las empresas podrían verse forzadas a mantener inventarios más grandes ante la incertidumbre de los tiempos de entrega.
“La subida de los aranceles aumentará de forma directa el coste de las materias primas, lo que a su vez elevará los precios de los productos finales”
Marta Serrano Pérez, directora del Grado en Transporte y Logística de la Universidad Camilo José Cela
Por otro lado, la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha tenido ya un impacto en las cadenas de suministro globales. Aquí el sector logístico español, que depende de los flujos comerciales con ambos países, se encuentra en una encrucijada, como apunta la docente Marta Serrano.
Por un lado, las empresas pueden buscar alternativas a la manufactura china, trasladando parte de su producción a otros países para evitar los altos aranceles. Por otro, los nuevos aranceles impuestos por Trump pueden generar una mayor incertidumbre, lo que podría dificultar aún más las decisiones empresariales.
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“La competencia global se está haciendo más compleja. Las empresas tendrán que considerar estrategias más diversificadas para asegurar sus suministros sin depender en exceso de un único mercado” señala Marta Serrano Pérez.
Posibles soluciones: la adaptabilidad será clave
Para afrontar este panorama, las empresas logísticas españolas deberán implementar soluciones estratégicas. La diversificación de proveedores y mercados, junto con la adopción de modelos de distribución más flexibles, se perfilan como medidas necesarias para reducir la dependencia de las rutas comerciales tradicionales.
“La optimización logística, mediante la implementación de modelos de distribución híbridos y la consolidación de envíos, puede ayudar a reducir costes. Además, la negociación de acuerdos comerciales que reduzcan o eliminen los aranceles puede ofrecer una solución a largo plazo” explica la docente.
Por otro lado, la consolidación de envíos y el uso de zonas francas para reducir costes son estrategias cada vez más adoptadas por las empresas para mitigar el impacto de los aranceles. Las zonas francas permiten a las empresas almacenar mercancías sin tener que pagar aranceles hasta que las mercancías sean finalmente comercializadas.
“Para minimizar el impacto de los aranceles, las empresas buscarán diversificar sus rutas de transporte y sus proveedores con estrategias como la consolidación de envíos y el uso de zonas francas para reducir costes” expone Marta Serrano.
“La optimización logística, mediante la implementación de modelos de distribución híbridos y la consolidación de envíos, puede ayudar a reducir costes”
Marta Serrano Pérez, directora del Grado en Transporte y Logística de la Universidad Camilo José Cela
Futuro incierto
El futuro del comercio global sigue siendo incierto, y las políticas proteccionistas, como las adoptadas por Trump, pueden intensificarse en los próximos años. Tal y como señala Marta Serrano, “la incertidumbre en las políticas comerciales podría complicarla planificación logística y aumentar los costes operativos”.
Es por ello que las empresas logísticas deberán adaptarse rápidamente a los cambios en las regulaciones comerciales, implementando procesos más flexibles y eficientes para garantizar el cumplimiento de nuevas normativas. Además, tendrán que revisar y ajustar continuamente sus estrategias operativas y de negocio para mantenerse competitivas, ya que el panorama de la industria se está volviendo cada vez más complejo, dinámico y costoso.
En este contexto, la capacidad de adaptación, la flexibilidad y la innovación serán claves para garantizar la sostenibilidad y la eficiencia en un mercado global cada vez más complejo. Solo aquellas empresas capaces de anticiparse y evolucionar con rapidez podrán sobrevivir y prosperar en este entorno desafiante.