Las empresas y los operadores logísticos tendrán que adaptarse rápidamente a un nuevo entorno más proteccionista y nacionalista.
Donald Trump es el 47º presidente de Estados Unidos. Su inminente regreso a la Casa Blanca genera tantas expectativas como incertidumbre en el país y fuera de él.
Algunos temas sensibles para la sociedad, como la economía, la inmigración o la seguridad supondrán un cambio significativo respecto a la administración actual de Joe Biden.
A nivel logístico su enfoque comercial más proteccionista puede tener repercusiones en el comercio internacional y, más en concreto, en las empresas logísticas.
Enfoque proteccionista
En su mandato anterior, Trump fue conocido por su enfoque más proteccionista al imponer aranceles a productos de China y otros países. Si sigue por la misma línea en este mandato, los costes asociados al comercio internacional podrían subir.
Esto, sin duda, afectará a la cadena de suministro global, especialmente a aquellas que dependen de la importación de productos manufacturados en aquellos países con los que Estados Unidos tiene desacuerdos comerciales.
Relación con China
En el anterior mandato, Trump adoptó una postura muy confrontada con China. Su nueva presidencia, probablemente, intensifique las tensiones comerciales con Beijing. Sectores como la tecnología, manufactura o bienes de consumo podrían verse afectados.
“Hoy será recordado como el día en que el pueblo estadounidense recuperó el control de su país”
Frase que Donald Trump pronunció al alzarse con su segunda victoria
En este caso, algunas empresas, especialmente aquellas que dependen de la manufactura en China, podrían reubicarse a otros países. Esto, sin duda, podría modificar las rutas logísticas y los centros de distribución internacional.
Nacionalismo de EEUU
Donald Trump siempre ha defendido la frase de “Estados Unidos primero. No vamos a permitir que otros países se aprovechen de nosotros”. Esta declaración refleja su enfoque nacionalista y proteccionista, que podría generar tensiones con otras naciones y aumentar la incertidumbre política, afectando a las relaciones comerciales y a su logística.
Por otro lado, Trump siempre ha destacado la importancia de la seguridad nacional en sus políticas. Su política para los próximos años podría enfocarse en fortalecer el control sobre las infraestructuras clave de transporte y logística, como puertos, aeropuertos y redes ferroviarias.
“Recuperaremos nuestros empleos, recuperaremos nuestras fronteras, recuperaremos nuestra riqueza y recuperaremos nuestros sueños”.
Frase que Donald Trump usó en su campaña presidencial de 2016
Esto podría provocar, por un lado, mayores controles en el tránsito de mercancías de algunos países y, por otro, un mayor control sobre tecnologías clave, como los chips semiconductores, lo que afectaría a la logística.
Alteración de las rutas logísticas internacionales
Las políticas de Donald Trump pueden contribuir a una mayor incertidumbre política y económica global. Las fluctuaciones políticas y las decisiones unilaterales de EE. UU. pueden generar volatilidad en los mercados financieros, provocando fluctuaciones en los precios del petróleo, de divisas o en los mercados de transporte, lo que afectaría a la previsibilidad de los costes logísticos.