Con motivo de los nuevos hábitos de consumo, la logística sigue reinventándose y en el centro de las grandes ciudades se han desarrollado puestos de trabajo considerados para numerosos sindicatos, precarios. Labores realizadas por los nuevos repartidores, también llamados riders, que trabajan para empresas como Deliveroo bajo modalidades poco éticas como los “falsos autónomos”.
En este marco, en países como Bélgica ya se están tomando medidas para frenar estas tendencias que no cumplen del todo con la legalidad y que empujan a los más jóvenes a trabajar de forma precaria y en un entorno con altos riesgos laborales.
Así, la justicia belga ya ha confirmado que ha citado a declarar a casi 100 riders de la compañía Deliveroo. El primer paso para investigar las condiciones laborales de los trabajadores de la empresa dedicada a las entregas inmediatas que también es líder en nuestro país.
Todo ello viene motivado por las continuas denuncias que han estado tramitando los sindicatos, quienes llevan tiempo señalando que sus contratos, como falsos autónomos, no respetan la legislación local.
En este sentido, el servicio federal de justicia ya ha abierto una investigación con la finalidad de concluir si la compañía de reparto está o no respetando la ley belga en materia laboral.
En cuanto al papel de la compañía, ha defendido que sus repartidores tienen la “libertad de elegir cuándo, dónde y si quieren trabajar”, con el fin de querer demostrar la flexibilidad que caracteriza al trabajo que ofrecen y haciendo especial énfasis en que de terminarse esta modalidad laboral, con la que ellos mismos están de acuerdo, esto iría “en contra del interés de los propios repartidores”.
