Ayer fue un día histórico. Por unas cosas o por otras siempre lo son las citas electorales. Eso nos lo recuerdan los grandes rotativos y las no menos grandes cadenas televisivas. Los datos están ahí y no es nuestra labor el análisis político de los resultados. Sin embargo, en este caso si tenemos que coger de inmediato el testigo del “control parlamentario”. Y ello para exigir al gobierno, que presumiblemente presidirá el socialista Pedro Sánchez, el cumplimiento de sus promesas electorales. De una en concreto.
Recordatorio 1
Este es el primer recordatorio para el inquilino de Ferraz y del Palacio de la Moncloa. En su programa electoral, página 52, punto programático 1.43 se lee: “La transición ecológica de la economía requiere también un nuevo enfoque en la política de infraestructuras, que ha comenzado a incorporarse durante el periodo de Gobierno de Pedro Sánchez, con un importante incremento en las inversiones en seguridad y en mantenimiento, así como en actuaciones para reducir la contaminación y el impacto ambiental, de carreteras, ferrocarriles, infraestructuras portuarias y aeroportuarias. En la próxima legislatura el Ministerio de Fomento pasará a denominarse Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana y se seguirá avanzando en la senda ya iniciada”.
Era el único partido que lo tenía entre sus promesas: la instauración de lo que ha sido una vieja reivindicación sectorial del transporte de mercancías. Hubiera sido más coherente a estas alturas hablar de un Ministerio de Logística, más amplio en concepto, que incluyera al transporte, como ya lo hace nuestra disciplina, pero es un buen principio y convierte al día de ayer –si se cumple lo que nos vamos a encargar de recordar- en histórico para nuestro sector.
La logística, también
Y de paso, casi diría que sin excusa, ese Ministerio de Transporte deberá incluir alguna subsecretaría o Departamento de Logística. Retomando, desempolvando, aquella ya casi vieja pero magnífica idea de la Estrategia Logística de España. Puesta en marcha desde el Gobierno del PP, hace ya algunos años, reunió a todos los actores sectoriales de logística y transporte. Aunque tal como llegó, desapareció, incomprensiblemente olvidada en algún cajón ministerial.
Ah, y otro ruego: que el o la titular de ese Ministerio permanezca en él tanto como la legislatura. Que no sea el “comodín de la llamada” o la “puerta giratoria” para otros cargos y responsabilidades, ya sea en el aparato del Estado o del partido correspondiente, como viene ocurriendo con los titulares de Fomento desde Josep Borrell, pasando por Pepín Blanco, Magdalena Álvarez, Ana Pastor, Rafael Catalá, Íñigo de la Serna o José Luis Ábalos.
Seguiremos controlando.
