Dos coladas de magma a 1.250ºC siguen avanzando a 100 metros por hora con rumbo al mar. Ríos de lava han destruido más de 510 edificaciones. Más de 6.200 personas han tenido que ser desalojadas. Cuatro bocas siguen activas y, en medio de este desastre natural, la logística lo tiene claro: ahora prima ayudar.
Así lo cuenta Orlando Santos, responsable del departamento de operaciones de In Side Logistics en Canarias, explicando que, si bien es pronto para cuantificar las pérdidas que la erupción del volcán ha generado sobre su actividad – ya que depende de las entregas y ventas que tengan en la isla -, ahora el foco debe estar en la colaboración.
En principio, aclara, lo sucedido les afecta indirectamente, sobre todo por el volumen de entregas realizadas en la parte afectada del territorio.
Triple enfoque operativo adaptado a la situación
Mientras tanto, aparte de cumplir con los compromisos diarios de los usuarios que se encuentran fuera de la zona afectada, el operador ha decidido ofrecer a los clientes perjudicados la posibilidad de contar con entregas exprés. ¿El objetivo? Ayudar en la medida de lo posible a aquellos que se han visto desplazados de sus domicilios y necesitan mobiliario y electrodomésticos para adaptar sus segundas residencias.
Así mismo, siguiendo el planteamiento de la colaboración, han sumado a su operativa el traslado de todo tipo de materiales donados en otras islas, transportados a La Palma en un tiempo récord.
Finalmente, y ante la reducción de entregas en el territorio, los compañeros de Santos han ofrecido su tiempo para ayudar, bajo la coordinación de Cabildo y Ayuntamiento, en la evacuación. Junto a los afectados, estos trabajadores “intentan salvar todo lo que se pueda antes de que sea arrasado por la lava”.
Ayudar a empezar de nuevo
Respecto a las previsiones que maneja la firma logística, Santos aclara que la idea, por el momento, es seguir con la labor actual de ayuda y, cuando todo esto se normalice, “ver qué podemos hacer”.
Las personas afectadas, señala, necesitarán empezar de nuevo y “queremos ayudar de una manera concreta, centrándonos en las necesidades del momento”.
“En Canarias, ahora mismo, todos somos palmeros. Es un espectáculo de la naturaleza y una ocasión mediática para ofrecer al mundo, pero la cara más amarga de la realidad es que muchos de nuestros paisanos lo han perdido todo, hasta su futuro”.
Por ello, Santos reclama que, cuando se vayan las cámaras y los periodistas, cuando el volcán pare, “no nos olvidemos de La Palma, porque ahí será cuando necesitaremos toda la ayuda posible”.
Bajo esta premisa, el mensaje es nítido: “seguiremos adelante cuando todo esto termine, apoyando a nuestra isla vecina día a día como venimos haciendo desde hace ya más de 12 años”.
