Nos enfrentamos a retos como la economía 4.0, que nos abocará a un cambio de modelo energético que influirá de manera decisiva en los tráficos portuarios, como también lo harán la creciente robotización de gran parte de las actividades, y la digitalización de los procesos.
La ley de 1992 supuso un paso importante que dio por concluidos los cerca de 100 años de Juntas de Obras del Puerto con la creación del Organismo Público y las Autoridades Portuarias y gracias a la Ley de Puertos y sus sucesivas modificaciones, se ha conseguido un modelo portuario con un reparto competencial entre la Administración Central y las Comunidades Autónomas que ha dotado a los puertos españoles de autonomía de gestión, basado en la autosuficiencia financiera.
Así ha destacado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la importancia de celebrar los 25 años que cumplen los Puertos del Estado y las Autoridades Portuarias, un encuentro celebrado en la Fundación Albéniz de Madrid y en el que se ha hecho especial énfasis en la contribución que hacen los puertos a la cohesión territorial.
Antes de comenzar su intervención, De la Serna recordó los “estrechos lazos de amistad” que le unen con Paloma O’Shea, la presidenta de la Fundación Albéniz, nombrada hija adoptiva de la ciudad de Santander en 2006 y con quien ha participado y compartido numerosos actos y proyectos sociales.
Los datos de récords de tráficos conseguidos en los últimos años, con más de 509 millones de toneladas movidas en 2016, y las inversiones realizadas en estos años, más de 15.000 millones de euros de inversión pública, también fueron un tema central durante la celebración. Que, además, confirman según declaró el ministro, “la importancia que los puertos tienen para la economía española”.
Esas inversiones se han visto respaldadas por la colaboración que el sector privado empresarial ha hecho, invirtiendo cerca de 13.000 millones de euros en el mismo período. Aprovechó la ocasión De la Serna para anunciar que todas las previsiones apuntan a un nuevo récord de tráfico portuario en 2017, pudiéndose alcanzar los 530 millones de toneladas.
No obstante, y según han ido evolucionando la demanda y las necesidades de la economía global, esas inversiones se han ido trasladando del lado mar al lado tierra, de tal manera que “hoy día el mayor reto de nuestros puertos se centra en conseguir la plena conectividad con el resto de modos de transporte, particularmente con el ferrocarril”. Para cubrir esas necesidades se han creado instrumentos, como el Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria, que paliarán en gran medida las necesidades de conexión de nuestros puertos.
Concluyó De la Serna su intervención recordando los retos de futuro a los que nos enfrentamos, haciendo hincapié en la “lucha contra el cambio climático, desafío al que los puertos ya están contribuyendo de manera activa, así como la integración de los puertos y las ciudades, y la compatibilización de los usos de los espacios comunes”. Estos objetivos, deben entenderse englobados en una política, “más general, de máximo respeto y aseguramiento” de las condiciones medioambientales y de seguridad en las que se desarrolla la operativa portuaria.
Previamente a la intervención del ministro, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, se dirigió a los asistentes para agradecer a toda la Comunidad Portuaria la labor desplegada en estos años, haciendo posible que “nuestros puertos contribuyan de manera decisiva a la economía del país”. Según Llorca, los puertos españoles han consolidado una privilegiada posición en el contexto mundial.
Seguidamente, Llorca habló sobre las inversiones, y el basculamiento del esfuerzo inversor hacia el “lado tierra”, que debe entenderse como una apuesta decidida por el desarrollo de la función intermodal y la función logística de nuestros puertos.
Finalizó el presidente de Puertos del Estado recordando los retos inmediatos a los que nos enfrentamos. En este sentido, la economía 4.0 nos abocará a un cambio de modelo energético (descarbonización) que influirá de manera decisiva en los tráficos portuarios, como también lo harán la creciente robotización de gran parte de las actividades, y la digitalización de los procesos.
