La sombra del bloqueo del Canal de Suez sigue extendiéndose sobre el tráfico marítimo. El último en hacer notar sus efectos ha sido Maersk, que espera ver un impacto en la cadena de suministro global con una capacidad significativamente reducida durante varias semanas.
Ello, apuntan en un aviso al cliente, ha llevado a la naviera a decidir “suspender temporalmente las reservas realizadas a través de Spot, así como los contratos a corto plazo durante la semana y en un futuro inmediato”, aclaran.
La suspensión de Spot, la plataforma de reservas en línea de Maersk para envíos de contenedores al contado, así como el parón que experimentarán las reservas a corto plazo, afectará a todas las exportaciones fuera de Asia, lo que, según la compañía,” se debe a la escasez acumulada de equipos”.
También afecta a las exportaciones desde el oeste de Asia central a Europa y el norte de África, la costa este de América del Norte, África occidental a través del Mediterráneo y a América Latina a través del Mediterráneo.
Además, afecta a las exportaciones de Europa a Asia, Oriente Medio y el subcontinente indio, y Oceanía; a las exportaciones de América del Norte a Oriente Medio y el subcontinente indio, y de África oriental, y a las exportaciones de América Latina desde la costa este de Sudamérica a Medio Oriente y el subcontinente indio y Asia vía Mediterráneo, y desde América Central y la costa oeste de Sudamérica a Oriente Medio y el subcontinente indio.
La suspensión también dejará notar sus efectos sobre a las exportaciones de África oriental a Europa, y de África occidental a Asia, Oriente Medio y el subcontinente indio a través del Mediterráneo.
Si bien la firma asegura que “esto es solo temporal, para que podamos mover rápidamente la carga existente y los contenedores vacíos a donde más se necesitan”, la pérdida de capacidad de la naviera de hasta en un 30 por ciento durante “varias semanas” ha hecho saltar las alarmas en un sector duramente golpeado por los efectos secundarios de la pandemia.
El cierre del Canal de Suez y la acumulación de tráfico a la espera de transitar por la vía fluvial se ha producido en un momento en que el transporte de contenedores ya estaba severamente tensionado por un aumento en la demanda en la segunda mitad de 2020 que ha continuado este año. Esto ha provocado una grave congestión en los puertos y ha agravado la escasez ya existente de contenedores en los principales mercados de exportación.
