Inicio / Noticias / Sectoriales / La armonización jurídico-laboral en el transporte europeo, una utopía
Un momento de la presentación del estudio de la Fundación Francisco Corell.

Un momento de la presentación del estudio de la Fundación Francisco Corell.

ESTUDIO DE LA FUNDACIÓN FRANCISCO CORELL

La armonización jurídico-laboral en el transporte europeo, una utopía

Por C de Comunicación
El coste económico del “caos normativo”, asciende a miles de millones de euros

La
falta de armonización legislativa

que existe en los diferentes países de la Unión Europea ha sido denunciado en
muchas ocasiones por el sector del transporte de mercancías español. Siempre se
ha tenido conciencia de que las diferentes normativas existentes en los países
comunitarios no sólo dificultaban el trabajo diario de los transportistas,
además implicaba un coste económico importante derivado del hecho de que esas
diferencias permiten, incluso, la competencia desleal.

En ese
contexto, la presentación del estudio que sobre el régimen jurídico-laboral,
dentro del sector del transporte por carretera en Europa, por la Fundación
Corell
el pasado 11 de diciembre, ha servido para confirmar que esa “tan deseada armonización”, es muy difícil que sea una realidad al menos a
corto o medio plazo. 

Las
palabras de Emiliano Alonso, responsable del informe elaborado por la
consultora Alonso y Asociados, resumían con claridad el problema: “hemos
detectado que la armonización entre los diferentes países es prácticamente
inexistente. Las diferencias en la legislación laboral son enormes y hay gran
disparidad en las normativas actuales, lo que hace muy difícil que las empresas
puedan competir en igualdad”.

En otro momento de su
intervención, Alonso señalaba que es “absolutamente necesario que el sector esté
armonizado. No hemos encontrado datos sobre el coste económico que tiene está
falta de armonización, pero calculamos que es de miles de millones de euros”.

El estudio, un trabajo de más de
dos años, analiza uno por uno los 28 países miembros de la Unión Europea,
estableciendo comparaciones entre los diferentes regímenes jurídicos, “lo que
ha sido muy complicado porque ni tan siquiera existen los mismos conceptos
jurídicos en todos los países”.

Armonizar
“dentro y fuera”

Tras
la presentación del informe se procedió a la celebración de un debate que contó
con la participación de Michael Nielsen, delegado General de IRU; Juan Luis
García Revuelta
, vicepresidente de ETF y miembro del Sector de Carretera de
CCOO; Diego Buenestado García, responsable de Negoción Colectiva de SMC-UGT y
Ramón Valdivia, director General de ASTIC.

Un
debate en el que se pondría de manifiesto que tanto los responsables de del
sector empresarial como de los trabajadores son conscientes de la falta de
armonización y de los problemas que ello conlleva, “estamos ante una falta de
transparencia y claridad en todo el continente que está motivando una creciente
competencia desleal”, apuntó Michael Nielsen.

Por su
parte, Juan Luis García Revuelta, vicepresidente de ETF, incidió en la
existencia del dumping social, “que ya es un problema porque está motivando que
los diferentes países comiencen a establecer sus propias regulaciones, como
ejemplo lo que ha pasado en Francia con la prohibición de hacer el descanso
semanal en la cabina del conductor”.

Revuelta
apostó por una regulación clara, “en la que se establezca que ciertas prácticas
que ahora se están haciendo, consideradas “alegales”, como el hecho de que una
empresa se instale en otro país con el simple objeto de pagar al conductor un
salario más bajo, puedan ser consideradas ilegales, en ocasiones lo son, pero es
complicado demostrarlo”.

Por su
parte Diego Buenestado, responsable de SMC-UGT, comentó que se podría conseguir mejorar la situación actual,
“absolutamente caótica, dando más valor a los convenios colectivos. Creemos que
son una “buena arma” para luchar contra 
la falta de armonización y porque permitiría que sobre estas cuestiones
negociarán quien realmente lo tienen que hacer: empresas y trabajadores,
dejando al margen la Administración que es la que, al menos en la Unión
Europea, está agravando el problema permitiendo que cada país regule a como
quiera, sólo atendiendo a sus intereses y no a los del conjunto de la Unión
Europea”.

Por
último, intervino en el debate, Ramón Valdivia, director general de Astic. Al respecto de la armonización, y sin obviar el problema que existe
internacionalmente, “como refleja con claridad el estudio, tenemos que empezar por armonizar en casa.
Necesitamos un convenio sectorial nacional que ponga fin a las diferencias salariales
entre las provincias. Seguimos compitiendo con un marco legislativo del siglo
XIX. Es más, quizás deberíamos empezar a plantearnos si no sería lógico apostar
por la creación de un convenio específico para el transporte internacional, ya
que es evidente que no es lo mismo, laboralmente tampoco, hacer una transporte
entre Barcelona y Zaragoza que entre Zaragoza Alemania”, aseguró Valdivia.

La
jornada contó con la presencia de Emilio Sidera, subdirector general de
Ordenación del Ministerio de Fomento, quien afirmaría que Fomento es consciente
de la necesidad de armonizar, “eso lo tenemos todos claro, Lo que ya no está
tan claro es en qué aspectos concretos armonizar. Porque seamos conscientes: todos quieren
hacerlo en aquellos
aspectos en los que la falta de armonización les perjudica y no lo quieren cuando
piensan que una nueva legislación les puede perjudicar”.  

La
jornada fue clausurada por Enrique Barón, ministro de Transporte en 1982 y
presidente del Parlamento Europeo entre 1989 y 1992. En su intervención recordó
que la armonización no es un concepto que entre como tal dentro de las
competencias de la Unión Europea y que las cuestiones laborales son básicamente
competencia de los diferentes Estados. 

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Scroll al inicio