El Consejo Mundial de Transporte Marítimo ha emitido su veredicto: la política no arreglará la logística internacional. Asimismo, el organismo considera que la Ley de Reforma de esta modalidad de transporte es “una política horrible” que surge de “la ira y la frustración de los transportistas”.
En estos términos se ha pronunciado el presidente y director ejecutivo de WSC, John Butler, subrayando que “no se puede arreglar la cadena de suministro y el transporte marítimo penalizando a uno o dos actores del mismo”, en una clara referencia a las navieras.
Según Butler, las dificultades experimentadas en el tráfico marítimo son el resultado del aumento sin precedentes de la demanda, así como de la interrupción generada por la pandemia mundial. Estos, aclara, serían los encargados de ralentizar las cadenas, creando atascos en el sistema.
Un problema de todos
Poner la responsabilidad de toda la congestión de la cadena de suministro sobre una serie de actores “hará que mucha gente se sienta mejor”, según Butler, pero “si promulgas esa disposición es imposible avanzar, porque ellos simplemente no controlan toda la cadena de suministro”.
Como resultado, el representante de la WSC cree que “no hay prácticamente nada que hacer desde el punto de vista político o legislativo para hacer que la carga se mueva más rápido”.
Así, “podemos descargar nuestra ira, pero el verdadero problema aquí es la velocidad de la carga y no se puede legislar sobre la misma”, apunta.
Finalmente, Butler ha enfatizado que un cambio legislativo como el previsto, bajo la denominación OSRA 2021, no proporcionará las mejoras necesarias a la infraestructura interior necesarias para satisfacer la demanda actual o futura.