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Cuatro tendencias clave que marcarán el sector del transporte de mercancías por carretera en 2023

Por Diego Yung

Como muchas otras industrias, el sector del transporte por carretera ha sufrido cambios disruptivos desde el estallido de la pandemia de COVID-19. En paralelo al auge del e-commerce, ha tenido que adaptarse a marchas forzadas a cambios irreversibles en el mercado, con la entrada de nuevos actores y modelos de negocio.

Reducir los costes y recuperar los niveles de actividad prepandemia es la principal preocupación del sector del transporte de carretera, al tiempo que mantener los márgenes en las negociaciones con cargadores. Esto no sería posible sin las nuevas tecnologías aplicadas al transporte, cuya adopción se está incrementando por la presión ejercida por la inflación generalizada y en especial el alto precio de los combustibles.

El 2023 será un año más de avances de un sector fragmentado que necesita transformarse para avanzar, y que sigue muy de cerca tanto la coyuntura económica como los cambios legislativos que le afectan. No hay que olvidar que el Real Decreto Ley 3/2022 (conocido popularmente como Ley de Transporte de 2022) reguló aspectos clave de las relaciones entre transportistas y cargadores como el ajuste de las tarifas al precio del combustible, las operaciones de carga y descarga y las paralizaciones. Teniendo todo esto en cuenta, ¿cómo se presenta el próximo año? Estas son algunas de las claves que marcarán el futuro del transporte por carretera en 2023:

1. Reducir los costes será la prioridad clave de las empresas

El precio del combustible, zarandeado por el conflicto en Ucrania, y las turbulencias originadas por los paros han puesto en apuros a las empresas del sector. Ahora las empresas de transporte están centradas en optimizar los gastos y lograr unas operaciones más eficientes sin que ello afecte negativamente a los niveles de servicio. Es un reto clave que marcará el devenir de muchos proveedores de transporte en los próximos 12-18 meses. En este sentido, la digitalización de procesos se ha vuelto prioritaria al proporcionar un valor diferencial en un entorno cada vez más competitivo.

2. La tecnología seguirá siendo una aliada para mejorar la competitividad del transporte por carretera

En relación con el punto anterior, se prevé que aumente la demanda de tecnologías que ayudan a trabajar con más eficacia, a aprovechar las oportunidades del mercado y a reaccionar a los cambios de las condiciones en tiempo real. Es por eso que pese a la incertidumbre económica, la inversión en tecnología podría aumentar un 40%, según las previsiones de la consultora Capgemini.

En los últimos años, el software logístico ha demostrado su eficacia para optimizar rutas, calcular la previsión de la demanda o gestionar flotas de vehículos. Un área clave en 2023 será fomentar una mayor integración entre sistemas. Solo así se podrá avanzar hacia una colaboración más estrecha y eficaz entre los distintos eslabones de la cadena de suministro. El objetivo final es aprovechar al máximo la capacidad de los vehículos y limitar los kilómetros recorridos en vacío, a la vez que se afrontan con mayores garantías los tradicionales picos de demanda del sector.

3. La búsqueda de eficiencia en la última milla y la logística inversa centrarán gran parte de los esfuerzos operativos

Según el último estudio de la IAB sobre comercio online, un total de 24,7 millones de españoles ya hacen sus compras por internet. Las previsiones apuntan a que el e-commerce crecerá de manera más contenida durante 2023 si lo comparamos con las cifras de negocio que registró el sector durante la pandemia. En cualquier caso, la gestión de la última milla tanto en paquetería como en mercancía paletizada presenta el mayor margen de mejora al representar entre un 30 y un 53% de todos los gastos ligados a los envíos.

Respecto al e-commerce, también hay otro gran foco de ineficiencias: la logística inversa. Ya en 2022 ya presenciamos la tendencia de cada vez más marcas a cobrar por la gestión de devoluciones. El próximo año las empresas logísticas continuarán ahondando en este desafío operacional con el fin de salvar sus márgenes.

4. La mejora de las condiciones de los transportistas marcará la estabilidad del sector y el relevo generacional

Sin duda, en 2023 veremos cómo evoluciona la mejora de las condiciones laborales de los transportistas reguladas en los últimos cambios legislativos y de ello dependerá la convocatoria o no de nuevos paros. De hecho, “huelga transporte” con 201.000 consultas mensuales de media fue el término relacionado con el sector más buscado en Google en 2022, lo que indica la preocupación que genera la inestabilidad en una actividad clave para la economía de nuestro país.

En este sentido, el Plan Nacional de Inspección de Transporte por Carretera controlará que los transportistas autónomos no trabajen a pérdidas, asegurando una rentabilidad mínima del trabajo, y que se cumpla la normativa de carga y descarga, entre otros aspectos. Se busca así favorecer el relevo generacional en un sector profundamente aquejado por la falta de nuevas vocaciones.

Reducir los costes manteniendo la calidad de servicio, la tecnología como palanca para mejorar la competitividad, la búsqueda de la eficiencia de las operaciones de última milla y de logística inversa, y la mejora de las condiciones de los transportistas y el cumplimiento de la última regulación son cuatro áreas clave que afectarán al sector en el próximo año. Las empresas de transporte deberán vigilar de cerca cómo evoluciona cada tendencia para adaptarse con éxito a la coyuntura del sector.

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