Adelantarse a lo que va a pasar en el futuro es un superpoder que muchos querríamos tener. En el ámbito empresarial, sería muy valioso para poder definir las estrategias de negocio con un 100% de acierto. La mala noticia es que ni somos superhéroes, ni adivinos, ni tenemos una bola de cristal que nos proporcione esa información privilegiada. La buena es que hoy día para conseguirla no hacen falta complementos de mago. Basta con aplicar la tecnología adecuada para tener un pronóstico bastante acertado de las necesidades que están por venir en nuestra compañía.
Esto es lo que hacen los sistemas de previsión de demanda. Son esenciales para las empresas del sector logístico, que actúan como intermediarias entre los fabricantes de bienes de consumo y los clientes finales. Es decir, para que un producto llegue a manos del comprador tiene que haber stock suficiente y un servicio de transporte que lo conduzca al comercio físico, o bien lo entregue a domicilio si la compra se realiza online.
Tratar de vaticinar el volumen de ventas a corto plazo nos va a permitir planificar la estrategia adecuada de producción y aprovisionamiento, la organización del stock y flujo de mercancías para dar el mejor servicio. Además, nos ayudará a definir los presupuestos y a tomar las decisiones financieras adecuadas, lo que mejorará los márgenes de beneficios, el flujo de caja o los costes operativos, entre otros aspectos.
Al contar con una estimación de cuánto podemos vender, evitamos tener más inventario del necesario, con su correspondiente inversión. También prevenimos posibles roturas de stock, una de las causas por las que un cliente decide buscar el producto que nosotros no tenemos en la competencia. Además, una mejor planificación de nuestras necesidades de transporte nos ayudará a reducir sus costes. Por ejemplo, podemos negociar mejores condiciones en los tenders que nos garanticen la capacidad necesaria para cumplir las entregas con un nivel de servicio óptimo.
Nos atrevemos a estimar que una buena planificación de la demanda puede reducir los costes de inventario en un 30% y mejorar la eficiencia de la cadena de suministro en un 15%.
Metodologías de previsión de demanda
Pero ¿Cómo funcionan estos sistemas de previsión de demanda? Existen tres metodologías cuantitativas que son las más frecuentes. Cada una de ellas lleva detrás una serie de operaciones matemáticas avanzadas:
- Modelos analíticos a partir del histórico de ventas. Se identifican patrones que se repiten en las diferentes series, relacionados con la estacionalidad, los ciclos de venta o determinadas tendencias. Para ello es fundamental que los datos de nuestro histórico sean de calidad.
- Técnicas causales. Consisten en un cálculo más complejo que combina diferentes variables, como el impacto de las acciones promocionales, los ciclos económicos o las campañas de la competencia.
- Simulación con modelos dinámicos. Parten de suposiciones que tienen en cuenta variables internas y externas a la empresa. Por ejemplo, cómo afectaría una bajada de precios o una desaceleración económica a la demanda de nuestros productos.
No obstante, existen muchas empresas que todavía recurren a las hojas de cálculo. Según un estudio de McKinsey basado en empresas de Estados Unidos, 7 de cada 10 siguen utilizando esta técnica más tradicional. Pero también se están produciendo nuevos avances tecnológicos basados en Inteligencia Artificial que facilitan estas tareas de previsión mediante herramientas de uso sencillo.
En nuestro caso, hemos desarrollado un modelo propio que aplica técnicas de Data Science a los datos históricos y a las series temporales, así como algoritmos de machine learning para reducir la probabilidad de error. De este modo, identificamos varios escenarios posibles y prevemos los cambios en el volumen de envíos con un elevado nivel de precisión. Incluso podemos predecir el impacto de eventos disruptores, como puede ser una huelga de transportistas.
Es cierto que en los últimos dos años las cadenas de suministro han sufrido una gran inestabilidad que ha provocado gran incertidumbre en el sector del transporte y en la economía en su conjunto. Parece complicado predecir la demanda en estas situaciones, pero es, precisamente, en esas circunstancias, más importante que nunca tratar de adelantarnos al futuro. Y estar preparados para los picos de demanda, que tienen un elevado impacto sobre el negocio.