Inicio / Noticias / Eventos / El sector debate el futuro de los SGAs y la carga automática en la logística a temperatura controlada
El sector debate el futuro del SGA y la carga automática en la logística a temperatura controlada.
XVI Jornada Logística del Frío

El sector debate el futuro de los SGAs y la carga automática en la logística a temperatura controlada

Por Myriam BazoResponsable de contenidos del área de Logística

La XVI Jornada Logística del Frío, organizada por C de Comunicación y convocada por ALDEFE, reunió a cerca de 80 profesionales del sector para intercambiar experiencias y puntos de vista sobre la automatización en entornos refrigerados. Durante la segunda parte de la jornada, se llevó a cabo el grupo de trabajo titulado “Tecnología y automatización. Sistemas de gestión de almacenes adaptados a refrigeración, automatización de procesos de carga/descarga y picking en frío”, liderado por José Antonio Gómez, Director Comercial para el Sur de Europa de AR Racking.

Gómez dio el pistoletazo de salida poniendo el foco en la importancia de diseñar soluciones logísticas que se ajusten como un guante a las necesidades de cada cliente. Desde su experiencia en AR Racking, fabricante con más de 20 años de trayectoria y con una potente planta de producción en Tudela (100.000 toneladas anuales), defendió un enfoque basado en la innovación, la sostenibilidad y, sobre todo, en escuchar bien lo que necesita cada instalación.

SGA: una herramienta estratégica

A partir de ahí, la conversación se centró en el papel del SGA, considerado como el “cerebro” del almacén. No es para menos: de estos sistemas dependen gran parte del orden, la eficiencia y la trazabilidad en los centros logísticos, especialmente en condiciones extremas como las de congelación. Durante la sesión se compartieron varios casos prácticos, como el de una operativa que hace uso de túneles a -80 °C, donde el más mínimo fallo puede tener consecuencias. En este tipo de entornos, la robotización se vuelve casi imprescindible, aunque las empresas también se enfrentan a retos como la fiabilidad de los sensores ante los cambios bruscos de temperatura o la necesidad de un mantenimiento técnico ágil que evite parones innecesarios.

Los asistentes coincidieron en que una buena implantación del SGA empieza mucho antes de instalarlo: todo pasa por una fase de definición muy afinada. Algunos explicaron que están actualmente en proceso de parametrización para almacenes de hasta 10.000 ubicaciones, y que gracias a las simulaciones previas pueden prever posibles cuellos de botella. Otros contaron que desarrollan sus propios SGAs a medida, con un núcleo común pero personalizable, mientras que hay quien recurre a soluciones comerciales que luego ajusta según sus necesidades internas.

Asimismo, se compartieron también otros casos, como el de un distribuidor que opera en territorios insulares y necesita adaptarse a una rotación diaria muy alta, o de operadores logísticos que combinan un software de mercado con desarrollos propios para afinar todavía más los procesos. Incluso hubo espacio para comentar cómo ciertas instalaciones frigoríficas integran software de gestión energética que aprovecha las horas valle para acumular frío o realizar mantenimiento predictivo gracias al uso del IoT y de sensores.

Retos tecnológicos, también en el frío

Mirando hacia el futuro, durante la charla se planteó que los SGAs deberán ir un paso más allá. No solo organizarán el almacén por criterios de rotación, sino que también tendrán en cuenta la densidad del producto, el tipo de envase o incluso factores energéticos, como la cercanía a los evaporadores o las corrientes de aire dentro de la cámara.

La segunda parte del debate giró en torno a la carga y descarga automática, donde el uso de AMRs aún tiene un largo camino por recorrer. Aunque las soluciones para palés están bastante avanzadas, cuando se trata de cajas, la cosa “se complica”. Los asistentes señalaron que estos robots todavía son lentos, ya que deben funcionar con muchos sensores para evitar colisiones, y que necesitan suelos perfectamente nivelados, algo que no siempre se da, especialmente en las plataformas de los camiones, que sufren bastante desgaste.

Otro punto crítico es la precisión. Mientras que una persona puede ajustar una caja “al milímetro” dentro de un tráiler, los AMRs operan con márgenes de varios centímetros, lo que dificulta su uso en espacios reducidos. A eso se suma el riesgo de que se queden bloqueados ante cualquier pequeño obstáculo.

Pese a estas limitaciones, el tono fue optimista. La tecnología avanza a buen ritmo, y aunque todavía hay barreras, muchas de ellas se irán salvando con el tiempo. La clave, según comentaron varios de los asistentes, está en seguir trabajando juntos: fabricantes, operadores, integradores y usuarios finales.

El grupo de trabajo concluyó con un ambiente positivo y con una idea clara sobre la mesa: la logística del frío no se puede quedar atrás en la carrera tecnológica. La automatización, bien entendida y bien aplicada, no solo mejora la eficiencia, sino que también aporta seguridad, trazabilidad y sostenibilidad a toda la cadena.

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Scroll al inicio