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Las restricciones por la pandemia condicionan las relaciones comerciales

Transporte e industria en Italia en tiempos de coronavirus

Por Patricia González

Italia es uno de los países con mayor intercambio comercial con España. Ha sido uno de los primeros en sufrir la pandemia del coronavirus en Europa, sobre todo en el norte del país, y uno de los que lo está sufriendo con mayor crudeza: más de 105.000 contagiados, 12.428 fallecidos y 15.729 curados a fecha de 1 de abril.

Desde el punto de vista del transporte de mercancías ¿En qué situación está Italia? ¿Y desde el punto de vista industrial? La Generalitat de Cataluña, desde la agencia pública para la competitividad de la empresa catalana, Acció, la Oficina Técnica de Barreras a la Internacionalización y la Oficina Exterior en Milán, ha identificado “los ámbitos que deben considerar las empresas catalanas que mantienen relaciones comerciales con Italia” en un documento que se actualiza constantemente y que resumimos a continuación, dado que tanto en Italia como en España y sus regiones, el cierre de buena parte de la economía ha restringido mucho las relaciones económicas y comerciales.

La situación en Italia

– Transporte terrestre: Libre circulación de mercancías. Se considera que el transporte de mercancías es una necesidad básica y no está sujeto a restricciones laborales de ninguna tipología. Los transportistas, sin embargo, tienen que demostrar con algún documento que están trabajando si los detienen en algún control. Para esta función es válido cualquier documento de transporte o albarán de entrega.

– Entregas a empresas: Los transportistas se pueden encontrar con problemas si la empresa donde se debe entregar o recoger una mercancía no es un servicio esencial y está cerrada. Se recomienda contrastar de manera inequívoca que la empresa donde se debe entregar o recoger una mercancía está operativa y puede recibir o expedir el envío. Hay que negociar posibles compensaciones en caso de no poder realizar la entrega.

– Aduanas y Puertos: Se constata la voluntad de no bloquear el comercio italiano para asegurar el aprovisionamiento de todo tipo de productos. Hay libre circulación de mercancías, tanto para importaciones como para exportaciones y sin restricciones aduaneras. Teniendo en cuenta que las aduanas no realizan inspecciones también se han relajado algunos de los requerimientos documentales y de inspección para garantizar un funcionamiento ágil de la aduana. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la relación puramente telemática con las aduanas retrasa todos los procesos que normalmente se resuelven de manera ágil, sobre todo en la mercancía no prioritaria. Los puertos tampoco funcionan al 100 por 100 debido a las restricciones laborales impuestas a los operadores portuarios como los estibadores.

– Transporte aéreo: Se han cerrado todos los aeropuertos italianos excepto 23. Se han cancelado muchos vuelos y únicamente se puede viajar por motivos muy justificados. Hay libre circulación de mercancías en los aeropuertos operativos, aunque los trámites aduaneros pueden tener ciertas restricciones por las razones expresadas más arriba.

– Transporte marítimo: Libre circulación de mercancías. Transporte marítimo de personas sólo en casos excepcionales y justificados, incluso en las islas.

– Administración y servicios públicos: Se ha cerrado toda la atención presencial al público a pesar de que se sigue dando servicio online y se mantienen los servicios esenciales. Si se debe realizar alguna gestión con la administración se sugiere realizarla online o posponerla hasta el final de la pandemia.

– Fábricas y sector privado: Los últimos decretos de gobierno han cerrado todas las actividades productivas y comerciales no esenciales en toda Italia. Solamente quedan activas unas 100 industrias esenciales que se consideran necesarias para el funcionamiento del país. Se permiten las actividades de transporte, agricultura, producción de material médico y farmacia, agua o energía. Por su parte, los supermercados, las tiendas de alimentación, las farmacias, quioscos, estancos o gasolineras se mantienen abiertos y sin restricciones. También se garantiza la actividad de los servicios públicos esenciales: servicios postales, financieros y transportes, aunque con restricciones importantes.

– Movilidad de personas: Restricción a la libre circulación de personas. Todas las personas deben circular con una certificación que demuestre quiénes son, dónde viven y el motivo del desplazamiento. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las pólizas de salud de viajes suelen excluir, entre otros riesgos, los daños causados ​​por epidemias y pandemias declaradas oficialmente. De este modo, el coronavirus implicaría la exclusión de la cobertura de salud del seguro de viaje, incluso por los transportistas.

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