El incidente se produjo en el Kilómetro 70 dirección Cádiz, a la altura de una estación de servicio BP, conocida como el Cuartejón.
Los bomberos de Cádiz han tenido que intervenir para controlar una fuga de líquido corrosivo que vertía un camión de mercancías peligrosas.
El camión remolcaba un contenedor de 1.000 litros de peróxido orgánico corrosivo y palés con bidones de 200 litros de aditivos y grasa para automoción y desprendía “líquido sin identificar”.
El incidente se produjo en el Kilómetro 70 dirección Cádiz, a la altura de una estación de servicio BP, conocida como el Cuartejón.
Hasta la gasolinera se desplazó una dotación de Bomberos del Parque de Jerez con tres vehículos, una autobomba rural, un camión grúa y uno de mando. Una vez allí, los bomberos, equipados con protección química y respiratoria, localizaron la fuga, que afortunadamente, procedía de un bidón de aditivos y no del de peróxido orgánico, como se temía.
Una vez controlado el vertido del aditivo y limpiados los bajos y otros elementos del camión cisterna, el camión pudo regresar a su punto de carga para depositar allí el bidón causante del incidente.
Un camión de mercancías peligrosas debe llevar un alcoholímetro antiarranque
Aunque en este caso el incidente ha sido fortuito, desde marzo de 2023 los camiones que transportan mercancías peligrosas están obligados a llevar un alcoholímetro antiarranque.
Es una consecuencia de la puesta en marcha de la nueva Ley de Tráfico que entró en vigor el pasado 21 de marzo.
La memoria anual sobre las muertes en accidentes de tráfico de la DGT arrojó que, en 2020, el 48,7 por ciento de los conductores fallecidos en España dio positivo en alcohol o drogas. Por este motivo, la nueva Ley de Tráfico española trae consigo importantes novedades para paliar estas cifras, entre las que destacan la obligatoriedad de los alcoholímetros antiarranque en determinados vehículos.
