La robótica móvil mantiene crecimientos de dos dígitos en España y refuerza su vínculo con la logística. Javier Miguélez, presidente de ARME, repasa los principales hitos del año, los retos del sector y las prioridades para 2026.
La Asociación de Robótica Móvil Española (ARME) cierra un año que Javier Miguélez, su presidente, califica de claramente positivo. Aunque reconoce que todavía están pendientes de cerrar cifras definitivas, la percepción dentro de la asociación es que el sector mantiene crecimientos de dos dígitos, en torno al 15%… Impulsado sobre todo por su aplicación en los ámbitos industrial y logístico.
En la actualidad, ARME cuenta con 49 empresas asociadas, lo que supone un crecimiento cercano al 10% respecto al año anterior. Miguélez explica que, aunque en 2025 el ritmo de incorporaciones ha sido algo más contenido por la focalización en otros proyectos, ya existen varias empresas que han manifestado su intención de sumarse a la asociación en 2026.
Crece el interés de la logística por la robótica móvil
Uno de los aspectos más destacados del ejercicio ha sido el aumento de la participación de empresas del sector logístico en las actividades de ARME. Según su presidente, este interés responde a una realidad clara: el absentismo y la dificultad para encontrar mano de obra están acelerando la adopción de soluciones de automatización.
Tal y como nos cuenta en exclusiva: “En los eventos que organizamos se percibe claramente cómo la logística está cada vez más presente”. En ese sentido, Miguélez subraya que la robótica móvil se ha convertido en un elemento clave para poder mantener la competitividad de las operaciones.
Entre los hitos del año, el presidente de ARME destaca la celebración de los ARME Awards, que reunieron a más de 600 personas y lograron una elevada participación del sector logístico. El impacto de estos premios ha sido relevante tanto para los galardonados como para el posicionamiento de la propia asociación.
Retos: talento, especialización y arraigo empresarial
Pese al buen momento del sector, Miguélez identifica varios retos importantes. El primero, evitar que las empresas de robótica móvil creadas en España acaben siendo adquiridas por grupos extranjeros… Una tendencia que, según indica, se está repitiendo a un ritmo de una operación al año.
Otro de los desafíos es fomentar el desarrollo de más soluciones de nicho desde España y apoyar su crecimiento. A ello se suma la necesidad de contar con profesionales cada vez más formados, un reto común a muchos sectores tecnológicos.
Para responder a esta necesidad, ARME lanzará en enero su propia academia, una iniciativa orientada a formar talento y facilitar la incorporación de nuevos perfiles al sector de la robótica móvil.
Comunicación y robustez, claves para el futuro
Desde su punto de vista, uno de los obstáculos que aún persisten es la falta de comunicación. Miguélez considera que las empresas españolas deben mejorar su capacidad para explicar lo que hacen y el valor de sus soluciones, tanto dentro como fuera del país.
De cara a 2026, ARME mantiene tres objetivos claros: reforzar la comunicación, consolidar la academia como herramienta de formación y favorecer la creación de más soluciones de robótica móvil desarrolladas en España.
En cuanto a tendencias, Miguélez evita centrarse en tecnologías concretas y apunta a un concepto clave: la robustez. “Más que nuevas tecnologías, lo que marcará la diferencia será la solidez de las soluciones”, afirma, señalando que la fiabilidad será determinante para avanzar en los próximos años.














