Los bomberos tardaron más de cuatro horas en controlar la fuga, que no produjo ningún herido ni incidente grave.
Durante la madrugada del domingo, los Bomberos de Zaragoza intervinieron en una fuga de amoniaco en la calle Boletum de la plataforma logística Plaza. La fuga se produjo en el circuito de refrigeración de la maquinaria en las instalaciones logísticas de Eroski, liberando inicialmente amoniaco en estado gaseoso que, con el tiempo, se licuó formando una acumulación significativa de líquido.
El aviso fue recibido a las 2:07 am y la operación de neutralización de la fuga y el vertido de gases y productos que se prolongó durante más de 4 horas. Los bomberos trabajaron en la ventilación y limpieza de la zona afectada, lo que requirió el uso de equipos especializados para acceder de forma segura al lugar del incidente. La intervención concluyó a las 6:38.
Para la operación se desplazaron varios efectivos, incluyendo una ambulancia, una unidad de respuesta nuclear, biológica, radiológica y química, un furgón de útiles varios, una bomba nodriza pesada, una unidad de mando y comunicaciones, una bomba urbana pesada de segunda salida y una bomba rural mixta. El incidente se saldó sin registrar ningún herido.
Amoniaco como refrigerante: Qué tener en cuenta
El uso de amoniaco como refrigerante en almacenes industriales de frío ofrece una alta eficiencia energética. Este gas tiene una excelente capacidad de absorción de calor, lo que permite reducir de manera significativa el consumo de energía en comparación con otros refrigerantes. Además, el amoniaco es más económico que muchos refrigerantes sintéticos, tanto en términos de costes iniciales como en operación a largo plazo, lo que puede significar un ahorro considerable para las empresas a lo largo del tiempo y cuenta con un impacto medioambiental muy bajo, tal y como apuntan desde Cofrico.
Sin embargo, el uso del amoniaco como refrigerante tiene también sus contras: uno de los principales es su toxicidad. La exposición al amoniaco puede ser perjudicial para la salud humana, ya que puede causar irritación respiratoria y ocular, así como daños en la piel si se produce un contacto directo. Esto plantea un riesgo significativo en caso de fugas, como la que ocurrió en Zaragoza o la ocurrida en marzo en Barcelona, donde la exposición potencial al amoniaco licuado y gaseoso afectó a seis personas.
Asimismo, el amoniaco está sujeto a estrictas regulaciones y normativas debido a los riesgos que presenta. Su alta inflamabilidad requiere sistemas de seguridad y detección más complejos y costosos para prevenir cualquier deterioro o pérdida de los equipos.