El buque insignia español ha comenzado a soltar lastre para enfrentarse al duro golpe que ha supuesto la crisis sanitaria sobre el sector del retail. Así lo anunció la propia compañía que, durante la semana pasada, dio a conocer la nueva estrategia de Inditex para hacer frente a la pérdida de 409 millones de euros: absorber entre 1.000 y 1.200 tiendas.
Compuesta por una red de 7.412 establecimientos, la empresa fundada por Amancio Ortega ha iniciado un proceso de reasignación de activos, reduciendo su apuesta por las tiendas físicas y reforzando su compromiso con la venta online, encargada de asegurar el nivel de ventas que ha presentado la compañía durante el confinamiento.
Según ha explicado, entre 2020 y 2021 se cerrarán un total de 1.200 tiendas cercanas al fin de su ‘vida útil’, sobre todo aquellos formatos jóvenes cuya venta puede recuperarse en establecimientos cercanos o a través de la compra online.
“Si bien el resultado antes de impuestos correspondiente a las tiendas a absorber representa entre el 3 y el 4 por 100 del total del grupo, se espera compensarlo plenamente con el aumento de ventas de tiendas cercanas y ‘online’ y por las eficiencias generadas por la mejora en la función de compra y la gestión de inventarios, impulsando un mayor volumen de ventas a precio completo a largo plazo”, ha explicado la firma textil,
Del total de tiendas a absorber en España entre el presente año y el que viene, 250 corresponderán a Zara, unas 165 a Pull & Bear y 160 a Bershka.
Más grandes superficies, con el ecommerce como respuesta a la última milla
Según ha informado la marca de moda, el objetivo de la compañía es contar con tiendas más grandes, ecoeficientes, totalmente digitalizadas y con mayor capacidad de venta.
Con esta red de tiendas, localizadas en las ‘mejores ubicaciones’, unida a la venta online, la firma pretende generar un crecimiento de las ventas comparable a largo plazo de entre el 4 y el 6 por 100 anuales, resultando en más nivel de rentabilidad y menor intensidad de capital.