Los representantes de los trabajadores denuncian una privatización encubierta de Renfe Mercancías mediante la creación de una nueva empresa que estaría bajo el control de la compañía logística MSC.
El transporte ferroviario se prepara para una nueva oleada de huelgas. Los comités de empresas de Renfe y Adif han convocado varios días de paros en Renfe Mercancías para marzo y abril de 2025.
La protesta, impulsada por los sindicatos ferroviarios, se enmarca dentro de un conflicto más amplio con Renfe y Adif, motivado por el traspaso del servicio de Cercanías a la Generalitat de Cataluña y la reestructuración de la filial de mercancías.
Los trabajadores de Renfe Mercancías rechazan la entrada de la empresa MSC en el capital de la división de carga, lo que consideran una “privatización encubierta”. Según advierten los sindicatos, esta operación pone en riesgo la estabilidad laboral y la viabilidad del transporte ferroviario de mercancías bajo gestión pública.
Siete días de huelgas
La huelga, que afecta tanto a pasajeros como a mercancías, incluye jornadas de paro total los días 17 y 26 de marzo, así como el 1 de abril. Además, habrá paros parciales en diferentes franjas horarias los días 19, 24 y 28 de marzo, así como el 3 de abril, afectando significativamente la planificación logística de las empresas que dependen del transporte ferroviario para el movimiento de mercancías.
En un comunicado conjunto, los sindicatos aseguran “que los acuerdos con la Generalitat aumentan gastos, duplican costes y no mejoran el servicio”. Respecto a Renfe Mercancías, denuncian “un proceso de privatización encubierta a través de la creación de una nueva sociedad controlada por la compañía logística MSC”.
Según fuentes sindicales, “se está permitiendo el deterioro de la empresa pública mediante acciones como no concurrir a nuevas contrataciones de carga de trabajo, obstaculizar la labor de los comerciales en la captación de clientes o bloquear la operatividad de los trenes por inacción de los centros de gestión”.
El conflicto sigue abierto y sin señales de una solución inmediata. Mientras tanto, los operadores logísticos y las empresas que dependen del ferrocarril para sus actividades deberán estar atentos a posibles nuevas convocatorias y evaluar alternativas para minimizar el impacto de los paros en su operativa.
