La huelga iniciada el pasado 20 de noviembre en la plataforma logística de Pull&Bear en Cabanillas del Campo (Guadalajara) ha pasado a ser indefinida tras seis días de paros con un seguimiento superior al 90%, según el Comité de Empresa.
La instalación, operada para el Grupo Inditex, abastece a tiendas de más de 70 países y gestiona parte de los envíos online de la marca, en un momento clave para la cadena de suministro textil por el pico de demanda del Black Friday.
La movilización —convocada por CCOO, Fetico y Co.bas— arrancó con el objetivo de presionar para retomar una negociación colectiva “estancada desde enero”, según trasladaron fuentes sindicales, y que los representantes consideran “insuficiente para abordar la brecha salarial y las condiciones laborales”. La plantilla está compuesta por 378 trabajadores fijos y cerca de 100 eventuales.
Diferencias salariales y condiciones operativas en el centro del conflicto
Según explican los portavoces del Comité, la principal reivindicación se centra en equiparar salarios y beneficios sociales con los de la plataforma hermana de Pull&Bear en Narón (A Coruña). De acuerdo con los trabajadores, existe una diferencia aproximada de 5.000 euros anuales entre ambas instalaciones para puestos equivalentes, junto con variaciones en complementos como el plus de vinculación (300 euros en Cabanillas frente a 1.000 en Narón) y jornadas anuales inferiores en el caso gallego.
Los sindicatos reclaman, además, un incremento de personal indefinido y una reducción de la temporalidad, apuntando que parte del personal eventual habría recibido “presiones” para acudir a su puesto durante los primeros días de huelga. El Comité sostiene también que se habrían producido situaciones de “esquirolaje interno” al asumir tareas operativas personal técnico o mandos intermedios, hechos puestos en conocimiento de la Inspección de Trabajo.
Una instalación estratégica en el mayor polo logístico del país
La plataforma de Cabanillas —un enclave conectado directamente con la A-2 y próximo a los hubs de distribución del Corredor del Henares— opera aproximadamente el 80–85% del volumen de Pull&Bear, según datos trasladados por el Comité de Empresa. Fuentes sindicales han señalado a algunos medios generalistas que el impacto ya se estaría percibiendo en determinadas tiendas con “primeros indicios de desabastecimiento”, sin precisar el alcance real sobre la red internacional.
La instalación comparte parte del recinto con Zara Home, cuyos flujos también están experimentando retrasos puntuales, aunque sin relación directa con la negociación laboral de Pull&Bear.
Por su parte, Inditex no ha realizado declaraciones públicas sobre el conflicto. C de Comunicación ha contactado con la compañía para recabar su posición, sin obtener respuesta al cierre de esta edición.
Un parón que se amplifica en el calendario y las negociaciones bloqueadas
El seguimiento de la huelga —que inicialmente estaba prevista hasta el 29 de noviembre— coincide con el periodo de mayor sensibilidad operativa del año. Además, según han comunicado organizaciones sindicales europeas a varios medios generalistas, el próximo viernes se celebrarán concentraciones en distintos países en el marco del Comité de Empresa Europeo (CEE), con reivindicaciones relacionadas con la participación extraordinaria en los beneficios del grupo.
Este contexto añade presión a una cadena de suministro que opera tradicionalmente con plazos reducidos, rotaciones rápidas y una alta sincronización entre los centros logísticos del grupo.
Por otro lado, los sindicatos aseguran que la empresa ha mostrado disposición para revisar el modelo organizativo, pero no así el componente económico, que constituye el eje central de las reivindicaciones.
Mientras tanto, desde el Comité insisten en que la plantilla pretende mantener la huelga hasta lograr avances y apelan a la compañía para retomar el diálogo y “cerrar un acuerdo que evite un deterioro mayor en la actividad logística durante la campaña comercial”.
















