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¿Qué hace sostenible una carretilla elevadora?

¿Qué hace sostenible una carretilla elevadora?

Por C de Comunicación
Qué hace que una carretilla elevadora, un equipo de manutención de interior o incluso un tractor agrícola o una máquina de obras públicas sean sostenibles.

El término sostenibilidad está muy presente en la comunicación empresarial y profesional. Ha sido, no hace mucho, una apuesta diferencial para organizaciones grandes y complejas, especialmente para aquellas cuya actividad tuviera un especial y evidente impacto en el entorno. Pero ya no es así.

Hoy, el compromiso con el medioambiente es común a todos. Se trata de hacer sostenible la actividad humana sin mermar los recursos naturales que nos son comunes y de los que, en su mayor parte, no hay repuesto ni inventario sin fin.

Fabricantes, usuarios, empresas, ciudadanos, gobiernos, Administraciones de cualquier tamaño y responsabilidad, todos en mayor o menor medida (aún a una velocidad que está lejos de lo deseable), estamos enfocados cada vez más a hacer sostenible y eficaz el uso del entorno y los recursos.

La guía

Para facilitar ese compromiso y articularlo en torno a una serie de hitos que han de ser óptimos y transparentes, Naciones Unidas ha creado una guía, la agenda 2030, y nombró en su Asamblea General de 2015 los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Más allá de su cumplimiento, estos ODS pretenden que el fomento de la sostenibilidad sea entendible por toda la sociedad y que cada uno, en su responsabilidad, actúe allí donde pueda. 

En el ámbito industrial y estrechando el foco de los 17 ODS, encontramos cuatro objetivos concretos a los que hay que prestar atención:

  • Energía asequible y no contaminante (7).
  • Trabajo decente y crecimiento económico (8).
  • Industria, Innovación e Infraestructuras (9).
  • Producción y Consumo Responsables (12).

Los objetivos 8 y 12 marcarán las bases para que la industria, en sí misma, sea sostenible. Tanto para la propia actividad industrial como para su relación con los trabajadores y con la sostenibilidad económica, imprescindible para mantenerla en el tiempo, produciendo los recursos y beneficios necesarios para ello.

Los objetivos 7 y 9, específicamente cuando se trata del I+D+i de equipos industriales, desde pequeños productos electrónicos a grandes máquinas, automóviles, etc., se deben enfocar por su parte a que la insostenible “cultura” del uso desmedido o “usar y tirar”, dejen paso a un entorno más propio de la economía circular.

Máquinas sostenibles

El imaginario clásico acuñó hace siglos la búsqueda de la máquina perfecta como un objetivo casi inalcanzable. Basada en el principio de conservación de la energía, el término latino perpetuum mobile describe un ingenio capaz de funcionar sin pausa, eternamente, tras un inicial impulso, sin necesidad de “recarga”, al utilizar la propia energía generada por su movimiento que no tendría merma alguna. 

Aunque las leyendas dejan un resquicio para ese “casi” haciéndolas atractivas, lo cierto es que esa máquina –imaginada en un incipiente caldo de cultivo “steam”- hoy es imposible.  

Una máquina industrial móvil no solo consume energía (una furgoneta, una carretilla, una plataforma elevadora, una grúa…) que debe ser reemplazada o captada periódicamente. También sus piezas sufren desgastes y deben ser reparadas o sustituidas. Algunas, como las zapatas de los frenos, han sido diseñadas expresamente para ese fin.

Así, en el universo real y plausible en el que nos movemos, una carretilla elevadora sostenible –que puede servirnos a partir de ahora de ejemplo- será aquella que se caracterice por:

  • Ofrecer un bajo consumo energético y que esté basado en combustibles de fuentes renovables o menos contaminantes.
  • Aportar un consumo energético eficaz, que proporcione mayor energía por menor carga (menos tiempo de recarga, menos peso de las baterías, biberonajes, etc.).
  • Asegurar un horizonte de uso dilatado. Con ello, la amortización de uso no será solo un componente económico, sino productivo, que favorecerá su paso a segundos o terceros mercados, apoyando la economía circular.
  • Disponer de un mantenimiento preventivo profesional, asociado a proveedores eficientes y eficaces (portfolio de suministros, precios competitivos, tiempos de entrega, consejo y acompañamiento, apoyo profesional, formación, etc.) que, allí donde sea preciso, mueva a la reparación y sustitución de piezas de repuesto antes de que provoquen la detención de la carretilla, de su uso y de la carga de trabajo correspondiente.

Todo esto conducirá a una vida útil del equipo mucho más larga pero también en las mejores condiciones, muy cercanas a las originales para las que fue concebida y, en consecuencia, un TCO (Total Cost Ownership) menor y, ni menos importante para esa sostenibilidad perseguida, un precio de recompra mayor para equipos usados destinados al mercado de segunda oportunidad.

El TCO, también Coste Total Operativo, recoge todos los costes en los que se incurre durante el tiempo útil de operación de la máquina, incluida la adquisición, y los reparte en ese periodo: a mayor longevidad, menos TCO y mayor rentabilidad.      

Proveedores adecuados

Actualmente, escoger una máquina es, por lo común, una tarea sencilla. La experiencia del usuario, sumada a la ingente y detallada información que se tiene a golpe de clic o de movimiento táctil sobre una pantalla, aseguran el acierto. Al menos un acierto medio, porque escoger la mejor máquina, ya no es tan fácil. Muchas parecen iguales. Y realmente lo son.

Otro tanto ocurre con los proveedores de piezas y mantenimiento. Muchos lo hacen bien. Pero aquí la excelencia es la clave.

Si todo va bien y el mantenimiento preventivo es una práctica bien engrasada, los problemas y las crisis serán casi inexistentes. Pero todos sabemos que el casi no lo es todo y en algún momento –siempre en el menos oportuno- aparecerá el problema cuya resolución no admite dilación.

Por eso hay que buscar proveedores adecuados y, a ser posible, especializados. Serán:

  • Aquellos que conocen su negocio y con ello nuestra carretilla.
  • Saben responder a tiempo, porque una máquina detenida cuando es necesaria, es el peor de los escenarios.
  • Asumen ese compromiso y nuestro negocio como suyo.
  • Contribuyen con su desempeño a la sostenibilidad y buen uso de las máquinas.

Entre esos especialistas, empresas como TVH contribuyen desde hace tiempo a ese escenario de contribución y decidida sostenibilidad.

En este caso, en la multinacional belga de recambios y accesorios para la manipulación de materiales y los equipos industriales, agrícolas y de construcción, trabajan  62 nacionalidades diferentes que tratan en 55 idiomas a sus clientes, manejando 46.000.000 de referencias en recambios. 

Además, TVH colabora con transportistas locales para entregar cada pedido dentro del plazo prometido, garantizando una entrega rápida basada en que el 95% de los pedidos se envían el mismo día.       

El camino es de trazo largo, pero no admite vuelta atrás: el compromiso con las siguientes generaciones es irrenunciable.

Y si no es de menor calado el empeño que hay que asumir en pos de esa sostenibilidad, tampoco lo es la búsqueda de alternativas que bien pueden encontrare en sectores industriales y en el mantenimiento de las máquinas, en proveedores reconocidos.

Así, una carretilla elevadora podrá ser sostenible.  

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