La familia fundadora de Mango se encuentra en negociaciones avanzadas para adquirir el centro logístico que la compañía ocupa en Lliçà d’Amunt (Barcelona), actualmente en manos del fondo canadiense Brookfield. La operación, valorada en torno a 170 millones de euros, implicaría la reincorporación al patrimonio familiar de un activo considerado clave en la estructura logística global de la marca, según informa El Confidencial.
El complejo, con 280.000 metros cuadrados de superficie, figura entre los mayores del sector textil en Europa. Desde estas instalaciones se gestionan operaciones logísticas que abarcan tanto el abastecimiento de tiendas físicas —más de 2.800 puntos de venta en más de 100 países— como los envíos del canal online, en coordinación con el centro de ecommerce de Mango situado en Palau-solità i Plegamans.
Un activo con recorrido internacional
El centro logístico fue construido en 2016 tras una operación de sale & leaseback entre Mango y el grupo belga VGP, que se convirtió entonces en su propietario, asegurando a Mango el uso del inmueble durante un periodo de 40 años.
En 2018, el activo pasó a manos de Tritax EuroBox, fondo británico especializado en logística, por un importe de 150 millones de euros. Más recientemente, en octubre de 2024, Tritax fue adquirido por Brookfield en una operación corporativa valorada en más de 1.100 millones de libras, lo que integró el activo de Lliçà d’Amunt en la cartera del fondo canadiense.
El centro fue objeto de una ampliación en 2023, financiada por Tritax, con una inversión de 35 millones de euros. Esta intervención permitió elevar su capacidad desde los 190.000 metros cuadrados iniciales hasta su configuración actual, consolidando su posición como infraestructura de referencia en la red logística de Mango.
Inversión inmobiliaria en activos estratégicos
La operación está siendo estructurada con la mediación de Azora, gestora especializada en activos inmobiliarios. Según fuentes del sector, los fondos para la adquisición serían aportados por Punta Na, sociedad patrimonial de la familia Andic, que lidera sus inversiones inmobiliaria.
Por otro lado, el posible cierre de la operación responde a una estrategia de revalorización patrimonial en torno a activos estratégicos para el negocio textil, en un momento en que la compañía ha mostrado sólidos resultados financieros. Mango incrementó su beneficio un 27% en 2024, hasta alcanzar los 219 millones de euros, lo que refuerza el contexto favorable para movimientos de consolidación vinculados a su infraestructura operativa.
Esta negociación se produce en un escenario de creciente demanda por activos logísticos de gran formato en localizaciones estratégicas, impulsada por la expansión del ecommerce y la necesidad de redes de distribución globales más robustas. En este sentido, el centro de Lliçà d’Amunt representa un activo logístico de alta especialización, tanto por su escala como por su estrecha integración con la operativa de una marca internacional.