La compañía integra mapas digitales en sus dispositivos aéreos para automatizar los envíos de última milla.
Amazon ha anunciado una actualización de su servicio de reparto con drones, que permite realizar entregas en un plazo máximo de 60 minutos en determinadas zonas de Estados Unidos.
El sistema, operativo solo en áreas donde se ha autorizado la operación aérea, permite a los usuarios seleccionar productos de hasta cinco libras (unos 2,27 kilos) para su envío por dron.
Tras la compra, el dispositivo calcula el tiempo estimado de vuelo y deja el paquete en un punto predefinido dentro del domicilio, como una entrada o un jardín.
De los códigos QR a la navegación autónoma
Una de las principales novedades es la eliminación del uso de códigos QR físicos en los puntos de entrega. La actual generación de drones, el modelo MK30, incorpora un sistema de navegación y percepción avanzado que permite identificar la ubicación, evitar obstáculos en tiempo real y confirmar la presencia de personas, vehículos o mascotas antes de realizar la entrega.

La estructura del sistema se basa en una segmentación de zonas de entrega, previamente validadas mediante imágenes por satélite y datos topográficos. Estas se dividen en áreas seguras y puntos de entrega viables, lo que garantiza la viabilidad técnica del reparto automatizado. Según Amazon, se han añadido más de 60.000 referencias a este canal de entrega, tras recibir la aprobación de la FAA para incluir nuevas categorías de productos.
Por otro lado, afirman que las condiciones meteorológicas también se tienen en cuenta. El servicio evalúa si es viable operar en los 75 minutos posteriores a la compra y se desactiva en caso de lluvia intensa o previsiones adversas.
Este modelo de reparto se enmarca en la estrategia de diversificación logística de Amazon, que en los últimos años ha incorporado furgonetas eléctricas, bicicletas de carga e incluso soluciones más tradicionales en entornos rurales.