El estudio realizado por Cushman & Wakefield, titulado “Last link: Quantifying the cost”, afirma que la reducción de diez minutos en los tiempos de entrega al consumidor de paquetería ecommerce podría ahorrar un millón de euros anuales a cada centro de distribución. La premisa, según la firma, se lograría con centros de reparto situados dentro de las ciudades más congestionadas.
Seguido de partidas como el mantenimiento de inventarios (21,8 por 100); los recursos humanos (9,5 por 100); el servicio al cliente (7,8 por 100), o las rentas de los alquileres (4,3 por 100); la última milla supone uno de los costes más relevantes de la cadena logística, representando el 50,3 por 100 del gasto total.
El informe destaca que entre las principales ineficiencias está la falta de optimización del espacio en las furgonetas y las rutas de entrega, así como los costes asociados a las devoluciones de mercancías.
Mediante la incorporación de instalaciones de última milla a la cadena logística del ecommerce las empresas consiguen ahorra costes, sobre todo en aquellas ciudades más congestionadas. En el caso concreto de Madrid, el estudio detalla que las rentas de los centros logísticos de las zonas urbanas son entre un 30 y un 100 por 100 superiores a las de aquellos situados fuera de las ciudades.