Un buque con miles de coches se hunde en el Pacífico tras permanecer tres semanas en llamas

El Morning Midas, un carguero de bandera liberiana, se ha hundido esta semana en aguas del océano Pacífico tras sufrir un incendio que se prolongó durante más de tres semanas. El buque, que transportaba más de 2.700 vehículos, quedó gravemente dañado y acabó sumergiéndose a unos 670 kilómetros al suroeste de la costa de Alaska.

Según datos de la Guardia Costera de Estados Unidos, a bordo viajaban 70 coches eléctricos, 681 híbridos y más de 2.000 vehículos de combustión interna. Además, el barco transportaba más de 1.800 toneladas de combustible, lo que ha generado preocupación por un posible vertido contaminante.

Por ahora, no se han detectado signos visibles de contaminación en la zona. Dos remolcadores especializados en salvamento permanecen en el lugar donde se hundió el barco, y un tercer buque se dirige hacia allí para reforzar la vigilancia medioambiental, según ha informado la empresa gestora del buque, Zodiac Maritime.

El incendio comenzó el pasado 3 de junio cuando el barco se encontraba navegando entre China y México, a unos 1.200 kilómetros de Anchorage. En el momento del incidente, la tripulación —compuesta por 22 personas— pudo ser evacuar a tiempo en una lancha salvavidas y fue rescatada por otro buque que se encontraba en las inmediaciones.

Aún se desconoce la causa del incendio

El fuego se originó en la cubierta donde estaban almacenados los vehículos eléctricos. Aunque aún no se ha determinado la causa exacta, tanto Zodiac Maritime como las autoridades liberianas han abierto investigaciones para esclarecer lo sucedido. La Guardia Costera estadounidense también participa en la recopilación de información.

Cabe recordar que los vehículos eléctricos cuentan con sistemas avanzados de seguridad que reducen considerablemente el riesgo de incendio, aunque las baterías de litio pueden sufrir sobrecalentamientos o fallos que en algunos casos pueden provocar incendios. Estas baterías incluyen mecanismos de aislamiento y sistemas de control que impiden la rápida propagación del fuego, y utilizan tecnologías como la inteligencia artificial para detectar posibles problemas a tiempo, según han explicado desde AEDIVE, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, a este medio de comunicación.

No obstante, en caso de incendio, el fuego en vehículos eléctricos puede ser más difícil de extinguir y requiere protocolos específicos debido a las reacciones químicas propias de las baterías de ion litio, que prolongan la combustión y dificultan las labores de extinción.