La justicia le da la razón a UNO y anula la aplicación de la tasa.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dictado sentencia favorable a la organización empresarial UNO, anulando la conocida como ‘tasa Amazon’ impuesta por el Ayuntamiento de Barcelona. Según la sentencia, la tasa vulnera el principio de la libre circulación de mercancías.
La controversia surgió a raíz de un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Barcelona del 24 de febrero de 2023, en el que se aprobó la Ordenanza Fiscal 3.20. Esta ordenanza establecía y regulaba una tasa específica para las empresas de distribución de productos de comercio electrónico (como Amazon), imponiendo un gravamen por el aprovechamiento especial del dominio público en el ámbito de las entregas a domicilio provenientes del ecommerce.
UNO, contraria a la “tasa Amazon”
Como ya informó este medio hace unos meses, UNO Logística presentó un recurso contencioso-administrativo argumentando que esta tasa era incompatible con el principio de libre circulación de mercancías, uno de los pilares fundamentales del mercado único europeo. La sala del TSJ de Cataluña ha dado ahora la razón a la patronal del sector, declarando nula de pleno derecho la mencionada ordenanza fiscal.
Desde UNO, celebran la decisión tomada por el TSJ, alegando que: “esta tasa constituía un tributo discriminatorio y que impacta negativamente en la competitividad de nuestras empresas, sean del tamaño que sean, reduce las posibilidades de expansión del pequeño comercio y frena el desarrollo digital del territorio”.
Sin embargo, la patronal no es la única organización ni empresa que se ha mostrado contraria a la aplicación de esta medida. La propia Amazon recurrió el año pasado la ordenanza ante la Audiencia Nacional. El tribunal le acabó dando la razón también a la plataforma online, argumentando que sus filiales logísticas en el país no pueden ser consideradas operadores postales, por lo que la compañía ya quedó exenta del gravamen.
Ahora, los operadores postales también quedarán exentos de la tasa, en una decisión que supone un revés para el Ayuntamiento de Barcelona, que defendía la medida como un mecanismo para regular el impacto de la distribución de productos del comercio electrónico en el tráfico y la infraestructura urbana. Algo que desde UNO no veían con buenos ojos debido al incremento de los costes y de las ineficiencias que generaría el desplazamiento de clientes a puntos físicos.
Con esta sentencia, se pone fin a una de las iniciativas más polémicas de los últimos tiempos en materia de regulación de la actividad logística en relación con el comercio online a nivel local.
