El ERE y el cierre de Getir en España refleja el fracaso de la Ley Rider, que tras su aprobación no ha conseguido acabar con los falsos autónomos.
Los sindicatos denunciaron hace unas semanas que la empresa de entregas de última milla, Getir, planeaba un ERE que afectaría al 100% de sus empleados en España. Tras varias rondas de negociaciones, la compañía turca ha anunciado el cese definitivo de su actividad en España, así como en Italia y Portugal, por problemas de rentabilidad.
El ERE se cierra con el máximo indemnizatorio legal para casi la totalidad de la plantilla, tal y como han expresado los sindicatos CCOO, UGT, Fetico y USO en un comunicado. Además, incluye medidas especiales para aquellos trabajadores mayores de 55 años, como un incentivo económico entre 500 y 1.000 euros, un convenio especial y un plan de asesoramiento y formación para búsqueda de empleo.
Aunque los representantes sindicales se sienten satisfechos con el acuerdo al que han llegado con la compañía, la salida de Getir de España, Italia y Portugal ilustra la situación del sector de las entregas ultrarrápidas de última milla y los problemas de rentabilidad para algunas compañías. A pesar de sus intentos de penetración en el mercado español con la apertura de diversas tiendas y la compra de Gorillas, el tamaño de Getir “nunca ha podido compararse al de Glovo en España que, aunque se especializa en envíos de restauración, también realiza entregas de alimentación”, explica Iker de los Ríos, director general de OpenInsights en Fintonic.
Los modelos de Glovo y Uber Eats
El colectivo CGT Riders va más allá y señala que la compañía es “otra víctima de la competencia desleal de Glovo y Uber Eats”, aludiendo al uso de falsos autónomos entre sus trabajadores. “¿Como pueden competir las empresas que tienen en contrato a sus riders?”, expresa el sindicato en sus redes sociales.
A pesar de la entrada en vigor de la conocida como “ley rider” hace dos años, los sindicatos denuncian que las grandes compañías siguen sin cumplir con ella. El pasado mes de marzo, la inspección de trabajo obligó a Glovo a contratar a 3.060 falsos autónomos que trabajaban para la compañía en Andalucía. Su principal competidor, Uber Eats, habría comenzado a operar con flotas subcontratadas tras la implementación de la ley -por la que despidió a más de 4.000 riders-.
C de Comunicación ha hablado con un rider de Barcelona que trabajó como falso autónomo para una de las principales compañías de entregas ultrarrápidas que expone que la ley dejó ciertos vacíos legales que empresas como Glovo están usando para seguir operando con falsos autónomos. Aunque Uber Eats cumplió con la ley tras su aprobación, el repartidor asegura que, tras una demanda interpuesta a Glovo que la justicia desestimó, la empresa estadounidense habría vuelto a un modelo similar al de la principal compañía de la competencia.
Vacíos legales y falta de recursos
La “ley rider”, cuyos vacíos legales dejan operar a las principales empresas con modelos aún no regulados, preocupa al colectivo, que considera que la normativa no ha tenido el impacto esperado. Repartidores afiliados a CGT creen que los nuevos modelos de contratación implementados por las principales compañías de entregas a domicilio lastran la actividad de la competencia. Algunas compañías no asumen costes como los de la seguridad social o las vacaciones, algo que sí hacen empresas que tienen a los riders en plantilla -como Stuart, Getir o Gorillas-, tal y como expone el entrevistado.
Los riders también denuncian los escasos recursos con los que cuenta la administración para realizar las inspecciones de trabajo en estas compañías, lo que dilata los tiempos de trámite de las denuncias interpuestas por las autoridades o los repartidores autónomos.
