El ICLE 2023 también destaca los retos a los que se enfrenta el sector en el país; como la necesidad de reestructurar su entramado ferroviario o fomentar la inversión en infraestructuras aeroportuarias.
La Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía son las regiones más competitivas en términos logísticos en España, así se extrae del ‘I Informe de Competitividad Logística de España y sus Comunidades Autónomas’ (ICLE 2023) presentado por la patronal UNO Logística. El informe también compara las capacidades del sector en España con las de los principales competidores europeos y establece una hoja de ruta para mejorar la competitividad de la logística y el transporte en nuestro país.
Madrid, Cataluña y Andalucía, a la vanguardia del sector
Madrid lidera el ranking elaborado por UNO gracias a su infraestructura, una ubicación geoestratégica privilegiada y una política fiscal que hace atractiva la inversión. No obstante, el alto precio del suelo, que puede superar los 350 euros/m2, supone un reto para la región.
Por su parte, Cataluña ocupa la segunda posición debido a su potente tejido industrial y el puerto de Barcelona, un punto crucial del Corredor Mediterráneo. Sin embargo, la presión fiscal y el elevado coste del suelo, que alcanza hasta 700 euros/m2, son factores que restan competitividad.
Andalucía cierra el top 3 gracias a su extensa red de infraestructuras portuarias, destacando el papel del puerto Bahía de Algeciras, uno de los más importantes de Europa. A pesar de ello, su limitada capacidad de transporte aéreo y una elevada presión fiscal -aunque en descenso- son áreas a mejorar.
El informe también sitúa a Aragón y el País Vasco en el cuarto y quinto puesto, respectivamente, completando las cinco regiones más competitivas del país.
Fortalezas logísticas de España
El presidente de UNO, Francisco Aranda, ha explicado que el estudio busca evaluar la competitividad del sector logístico español a nivel tanto regional como internacional, mediante indicadores como la contribución al PIB, el empleo, la infraestructura disponible y la fiscalidad. “Este informe persigue poner en valor las fortalezas de España para ser un hub mundial de logística”, indica Aranda.
La segunda parte del informe resalta también que España ha mostrado un crecimiento notable en el peso del sector logístico en su PIB, situándose en la quinta posición entre los países europeos con mayor contribución logística, con un 7%. Solo Bélgica, Países Bajos, Polonia y Alemania superan este porcentaje. Este desempeño se debe a factores como el aumento del empleo en el sector, la expansión del transporte de mercancías y una mayor disponibilidad de suelo para instalaciones logísticas, especialmente en áreas menos saturadas del continente.
Otra de las ventajas destacadas en el informe es la disponibilidad de suelo logístico en España, donde el país ocupa el tercer lugar, con 1.545.000 m2 de terreno disponible, por detrás de Francia y Alemania. Este factor se convierte en una ventaja competitiva clave, especialmente ante la escasez de suelo en las principales áreas logísticas de Europa.
A nivel internacional, España también ha experimentado un significativo avance en el Índice de Desempeño Logístico, que mide la eficacia de las cadenas de suministro. Desde 2010, el país ha escalado del puesto 26 al 13 a nivel mundial.
Desafíos pendientes
A pesar de estos avances, el informe destaca varios retos que limitan el desarrollo completo de España en este sector. Entre los más relevantes se encuentra la situación de las infraestructuras ferroviarias, ya que España sólo cuenta con dos accesos ferroviarios internacionales hacia Europa —Irún y La Junquera—, lo que supone un cuello de botella para el transporte de mercancías. Además, la diferencia de ancho de vía entre España y el resto de Europa complica aún más el tráfico ferroviario, reduciendo la competitividad frente a otros países europeos que tienen mejores conexiones.
El sector logístico también se enfrenta a un sistema impositivo poco competitivo en comparación con otros países europeos. Según el ICLE 2023, la carga fiscal es elevada e inestable, lo que desalienta la inversión en el sector. El informe recomienda replantear la política fiscal para atraer más inversión y mejorar el desempeño logístico.
Competitividad marítima y energética
En cuanto al transporte marítimo, España ocupa una posición privilegiada junto a Italia y Reino Unido, con la capacidad de mover cerca de 477 millones de toneladas de mercancía al año, gracias a su extensa costa y ubicación geoestratégica. Además, el fenómeno del nearshoring —que promueve la proximidad de los centros de producción a los mercados finales— beneficia a España debido a su cercanía con África, América Latina y el resto de Europa.
En el ámbito energético, España ofrece una ventaja significativa: los costes de la electricidad son un 61% inferiores a la media europea, y el precio de la gasolina es un 4% más bajo. Estos factores, sumados a la creciente adopción de energías renovables, refuerzan la competitividad logística del país al reducir los costos operativos.
El ICLE 2023 destaca, además, varias áreas donde España puede seguir mejorando. Entre ellas, se incluye la necesidad de una mayor inversión en infraestructuras aeroportuarias, con el fin de aumentar la capacidad de transporte aéreo de mercancías, un área en la que el país aún está lejos de sus competidores europeos. El informe también subraya la necesidad de simplificar los procedimientos aduaneros y agilizar los tiempos de inspección para mejorar la competitividad en esta área.