Amazon no solo es reconocido por su Marketplace y la amplia gama de productos que ofrece, sino también por su red logística. La compañía tiene la capacidad de enviar artículos producidos en cualquier parte del mundo en horas y entregarlos al cliente final en cuestión de días. Este medio ha analizado los estados financieros de sus dos filiales logísticas en España para esclarecer la dirección que está tomando la empresa en este ámbito.
Amazon Spain Fulfillment se dedica a la prestación de servicios relacionados con el almacenamiento y preparación de pedidos, mientras que Amazon Road Transport Spain se enfoca en la distribución de mercancías, con una especialización en el transporte, tal como su nombre indica.
Ambas entidades comparten una característica común: entre 2019 y 2022, sus ingresos de explotación han aumentado de manera sostenida, alcanzando los 948 millones de euros en el caso de la primera, y los 814 millones de euros en la división de transporte. No obstante, los resultados del ejercicio de las últimas cuentas consolidadas correspondientes a 2022 reflejan un beneficio de 14,8 millones de euros para la filial de almacenamiento mientras que la de transporte arroja pérdidas.
Mayor inversión en activos logísticos
La filial dedicada al almacenamiento registró un crecimiento en sus ingresos de explotación del 22,8% en 2022 con respecto a 2021 y del 63% con respecto a 2020. Su beneficio neto ha mostrado variaciones a lo largo de los años, pero aumentó un 63,3% en 2022, pasando de 8,9 millones de euros en 2021 a 14,8 millones de euros en 2022.
Destaca el incremento de la inversión en bienes logísticos desde 2019. Entre 2019 y 2022, Amazon incrementó su gasto en bienes materiales en 848 millones de euros, alcanzando los 1.085 millones de euros. Asimismo, la expansión en infraestructura logística ha llevado a un considerable aumento en el número de empleados, pasando de 3.901 en 2019 a 12.226 al cierre del ejercicio de 2022.
Una red en plena expansión
Amazon ha estado expandiendo su red logística en España durante varios años, con un incremento de la inversión durante la pandemia y que ha continuado este año con el anuncio de tres nuevas aperturas de centros logísticos en el país.
Entre estos, destaca la próxima inauguración en septiembre de un centro en Escúzar, Granada, que ocupará más de 9.000 m2 y creará 40 empleos permanentes. Este centro, el cuarto en Andalucía, complementará las instalaciones existentes en Málaga, Sevilla y Cádiz, y se espera que mejore la eficiencia de las entregas de última milla en la región.
Además, la compañía espera abrir otro centro logístico en Cambre (A Coruña), en ese mismo mes, y un tercero en Siero (Asturias) con un área robotizada de 40.000 m2. Asimismo, Amazon ha anunciado una inversión superior a los 4 millones de euros en su único centro inbound cross dock del país, ubicado en Zaragoza, que distribuye productos a toda España y a 32 centros en Europa.
Así, el gigante del ecommerce seguirá expandiendo su red de logística y distribución en nuestro país, al mismo tiempo que aumentará sus tiempos de respuesta con la inclusión de diferentes soluciones tecnológicas en estas nuevas plataformas.
Márgenes más ajustados en el transporte
La división de transporte española de la multinacional estadounidense, sin embargo, presenta resultados diferentes a los de la filial de almacenamiento. En 2022, la compañía reportó por primera vez un resultado negativo, con pérdidas de 5,2 millones de euros, lo que representa una caída del 245% en sus ganancias respecto a 2021, cuando obtuvo un beneficio neto de 3,5 millones de euros.
La inversión en bienes materiales también ha aumentado en los últimos cuatro años en la filial de transporte, pasando de 86 millones de euros en 2019 a 423 millones en 2022. Cabe destacar el incremento de estas inversiones en 2021, cuando Amazon Road Transport destinó un total de 388 millones de euros a esta partida.
En términos laborales, la filial también ha incrementado su número de empleados, pasando de 864 en 2019 a 4.104 en 2022. Aunque el gasto en personal ha aumentado paulatinamente, se observa que el coste por trabajador ha disminuido de unos 50.000 euros en 2020 a cerca de 40.000 euros en 2022, lo que sugiere que la filial logística podría estar contratando a personal menos cualificado.