El crecimiento del comercio debería repuntar el año próximo, acompañado de un aumento lento pero estable del PIB.
Los economistas de la OMC han reducido las previsiones de crecimiento del comercio mundial de mercancías en 2023, en un contexto de desplome continuado que comenzó en el cuarto trimestre de 2022, según las últimas previsiones de la OMC para el comercio. Y eso, a pesar de que en julio parecía que repuntaba.
Las nuevas previsiones apuntan a que el volumen del comercio mundial de mercancías crecerá un 0,8% este año, menos de la mitad del aumento del 1,7% previsto en abril, mientras que las previsiones de crecimiento para 2024, del 3,3%, prácticamente no han variado con respecto a la previsión anterior.
Además, la OMC prevé que el PIB real mundial crezca un 2,6% a tipos de cambio del mercado en 2023, y un 2,5% en 2024, como se indica en el informe sobre las “Perspectivas y estadísticas del comercio mundial”, en su actualización de octubre de 2023.
El comercio y la producción mundiales se desaceleraron bruscamente en el cuarto trimestre de 2022. Los efectos de la inflación persistente y de una política monetaria más estricta se hicieron sentir en los Estados Unidos, la Unión Europea y otras economías.
Y también señalan al debilitado mercado de propiedades en China que impidió que se consolidara una mayor recuperación tras la pandemia de COVID-19.
“Sumados a las consecuencias de la guerra en Ucrania, estos acontecimientos han ensombrecido las perspectivas del comercio. La desaceleración del comercio parece ser generalizada, ya que afecta a un gran número de países y una amplia gama de mercancías”
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC
El comercio debería repuntar en 2024
El crecimiento del comercio debería repuntar el año próximo, acompañado de un aumento lento pero estable del PIB.
Los sectores más sensibles a los ciclos económicos deberían estabilizarse y reactivarse a medida que se reduce la inflación y comienzan a caer los tipos de interés. Sin embargo, están empezando a verse signos de fragmentación de las cadenas de suministro, lo que podría amenazar las perspectivas relativamente positivas para 2024.
Por ejemplo, la participación de los bienes intermedios en el comercio mundial, un indicador de la actividad de las cadenas de suministro mundiales, descendió al 48,5% en el primer semestre de 2023, frente a un promedio del 51,0% en los tres años anteriores.
Además, la participación de los interlocutores bilaterales asiáticos en el comercio de los Estados Unidos en el sector de las partes y los accesorios- un subconjunto fundamental de insumos intermedios- descendió al 38% en el primer semestre de 2023, mientras que en el mismo período de 2022 había sido del 43%.
“La desaceleración del comercio prevista para 2023 es preocupante, ya que tiene efectos desfavorables para el nivel de vida de la población de todo el mundo” Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC
Además, en su opinión, “la fragmentación de la economía mundial simplemente agravaría estos problemas, y por lo tanto los Miembros de la OMC deben aprovechar la oportunidad de fortalecer el entorno comercial mundial evitando el proteccionismo y fomentando una economía mundial más resiliente e inclusiva”.
La economía mundial, y en particular los países pobres, tendrán dificultades para recuperarse sin un sistema multilateral de comercio estable, abierto, previsible, basado en normas y equitativo.
Señales de fragmentación del comercio
Por su parte, el economista Jefe de la OMC, Ralph Ossa, afirma que “Vemos efectivamente algunas señales que muestran que los datos de la fragmentación del comercio están relacionados con las tensiones geopolíticas”.
“Afortunadamente, aún no hemos llegado a un alto grado de desglobalización. Los datos indican que las mercancías se siguen produciendo mediante cadenas de suministro complejas, pero que la amplitud de esas cadenas puede haber alcanzado su nivel máximo, al menos en el corto plazo”
Ralph Ossa, economista Jefe de la OMC