La UE ha anunciado durante la última semana dos noticias que afectan a los intereses de china en occidente: la creación de un nuevo corredor comercial que conecta India con Europa y la negociación de un nuevo acuerdo sobre el acero con EE.UU. que se podría materializar con la imposición de nuevos aranceles.
Hace apenas unos días la UE anunció un acuerdo con EE.UU., India, y varios países de Oriente Medio para impulsar un nuevo corredor económico que haría frente a la Nueva Ruta de la Seda china. Este anuncio llega en medio de las conversaciones que EE.UU. y Europa estarían manteniendo para regular la importación de acero, que repercutiría en las exportaciones del gigante asiático. Las medidas chocan de frente con los planes de la política económica y exterior de China y refuerzan el peso de los países emergentes y la UE a la hora de reforzar las cadenas de suministro globales.
El “Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa” fue presentado durante la última cumbre del G20 en Nueva Delhi (India) donde los mandatarios expusieron su amplio alcance. La red de ferrocarriles, puertos y conexiones energéticas conectarán el sur de Asia con Europa, reduciendo significativamente el tiempo de tránsito de las mercancías.
India, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Jordania e Israel son los socios clave para la materialización de esta nueva ruta, que además de perseguir un fin comercial también tiene uno energético. Entre los territorios, se instalará una tubería por la que circule hidrógeno verde y se construirán diversas estructuras para facilitar el intercambio de datos.
Aunque aun se desconocen los plazos del proyecto, desde la administración Biden se ha adelantado que los socios se dividirán en diferentes grupos de trabajo durante los próximos dos meses para elaborar un cronograma realista. Una vez materializado el nuevo corredor, además del comercio, la seguridad alimenticia y las cadenas de suministro intercontinentales se verán reforzadas.
La UE y EE.UU. planean nuevos aranceles al acero
Apenas unos días antes de este anuncio, Valdis Dombrovskis, el vicepresidente económico y responsable de Comercio de la Comisión Europea, confirmó que la UE y EE.UU. se encuentran negociando el nuevo Acuerdo Global sobre Acero y Aluminio Sostenibles. Entre las medidas de este acuerdo, que deberá materializarse este otoño, se encontraría la imposición de nuevos aranceles al acero, según fuentes de Bloomberg.
Estas nuevas medidas económicas apuntarían principalmente a las importaciones de acero chino, que se beneficiarían de prácticas no comerciales. China es el mayor productor de acero del mundo, según datos de la Asociación Mundial del Acero, y uno de los principales suministradores del acero proveniente de importaciones que se consume en Europa. Según datos de la Asociación Europea del Acero, en el cuarto trimestre de 2022, las importaciones de acero chino a Europa aumentaron un 10,6%.
Si nos centramos en España, el peso del acero de origen asiático es aún mayor. El año pasado, las importaciones de acero de origen europeo cayeron y las de origen extracomunitario aumentaron un 3%, llegando a suponer un 43% del total. China es el tercer país del mundo que más acero exporta a España, solo por detrás de Taiwán y Japón, según datos de la AEAT.
En este escenario, la imposición de aranceles al acero por parte de estas economías supondría un lastre para la industria siderúrgica china. La demanda de este metal podría verse debilitada por el aumento de los precios, sin embargo, un mayor grado de proteccionismo no implica que todo vayan a ser beneficios para el mercado europeo. Las empresas que demanden estos bienes se enfrentarán también a precios más altos, debido a una reducción en la oferta del acero.
Una guerra comercial iniciada por Trump
El nuevo acuerdo busca poner fin a la disputa comercial iniciada por el expresidente Trump, que durante su mandato impuso aranceles a las importaciones de metales europeos. Desde 2018, EE.UU. ha impuesto aranceles del 25% a este tipo de importaciones, cifra similar a la impuesta por la UE. En 2021, los mandatarios de ambos países acordaron la suspensión de las medidas punitivas sobre los bienes de ambas partes y fijaron el plazo en octubre de este año para materializar un acuerdo que regule el comercio de estas mercancías.
