El fabricante alimenticio Nestlé está remodelando su cadena de suministro en África, donde busca apoyarse en proveedores locales en detrimento de los asiáticos debido a la debilidad de la moneda.
Nestlé está aumentando el abastecimiento de materias primas locales en países africanos en detrimento del modelo de importación de su cadena de suministro en esta área. Esta medida busca reducir el impacto de la devaluación de la moneda en países como Nigeria.
Durante los últimos años, las grandes compañías han ido reorganizando su cadena de suministro para geolocalizar a sus proveedores más cerca debido a la traumática experiencia comercial que dejó la Covid-19. En el caso de Nestlé, la casuística es diferente. El fabricante de alimentos cuenta con factorías de producción en diversos países africanos, donde la deuda pública está dificultando la importación de materias primas y, por lo tanto, afectando a la cadena de suministro.
La deuda acumulada ha ejercido una presión sobre las reservas de divisas y ha incentivado la volatilidad de la moneda; como en el caso de Nigeria, donde el banco central del país ha permitido que la divisa cayera hasta un 36% en el mercado oficial, según información de Reuters.
De Asia a África, a pesar del precio
Por este motivo, la compañía suiza está reemplazando diferentes materias primas como el almidón de maíz -que importaba de otros países- por materias primas locales, como el almidón de mandioca. De esta manera, los proveedores locales están aumentando su abastecimiento para dar respuesta a las necesidades de suministro de la compañía.
Según informaciones obtenidas por Reuters, los próximos pasos de la multinacional serán localizar el abastecimiento de estas materias primas en países próximos como Costa de Marfil, Camerún y Senegal en detrimento de los proveedores asiáticos, a pesar de que sus precios son más competitivos que los africanos.