Inicio / Opinión / 2023 / Al César ¿Lo que es del César?
competencia de propios y extraños

Al César ¿Lo que es del César?

Por Ricardo J. Hernández

Darle “al César lo que es del César” viene a significar, en lo prosaico y mundano, otorgarle a alguien lo que por derecho le corresponde. Ya sea mando, propiedad, responsabilidad… hasta donde se quiera llegar con esta frase. Dejando para lo divino su segunda parte: “Y a Dios lo que es de Dios”. Pues nada menos que a Jesucristo se le atribuye.

Pero quedémonos en lo mundano.

En el orbe empresarial y comercial, casi como en cualquier otro, los límites se diluyen. Y cada vez es más difícil establecer fronteras. Incluso las sectoriales.

Las actividades y ofertas de mezclan y solapan. Se “conculcan” exclusividades. Se entra en mercados “ajenos”. Y se compite por lo propio y tradicional y por lo que antaño no lo era.

Sí, es verdad que los mercados se han hecho casi universales para cualquier producto. La aldea global conectada a Internet lo ha conseguido. Con ello, podría parecer que ese espacio global permite a cada cual seguir centrado en lo suyo, aplicando firmemente otro dicho: “zapatero a tus zapatos”. Crecer por territorio comercial y no por categorías o sectores.

Sin embargo, al ritmo que se ha crecido hasta la globalidad, también se ha entrado en un espacio que ahora tiene miles, decenas de miles o quizás millones de competidores, para un mismo producto o categoría. A diferencia de los servicios, el lugar donde se fabrique es cada vez menos relevante.

¿Qué hacer entonces? Cambiar de estrategia. La más habitual [y, probablemente la más rápida] es medrar a modo de mancha de aceite o de vecindad categórica. Es decir, entrar en territorios comerciales con productos no antes fabricados, que están a un paso, a un cuadro de damero, del producto que a cada compañía le ha dado su predicamento. O aún más llanamente: invadir el territorio del vecino. En logística ocurre… y ocurrirá.

Los que durante décadas fabricaban (y fabrican) estanterías convencionales, hace tiempo que también tienen en sus catálogos o portfolios, soluciones automáticas y software; o muchos de los que producían (y producen) equipos de manutención, han incorporado a su abanico de oferta equipos robotizados y, también, soluciones de automatización.

El “César” de cada sector

Sigamos con las frases hechas: “no se puede poner puertas al campo”. Cierto, y mucho menos en una economía libre de mercado en la que siempre [en mi opinión] debe primar el liberalismo que favorezca la competencia. Pero, aunque hay más ejemplos,  en el párrafo anterior hay un denominador común: en la categoría en la que todos parecen competir es en la de soluciones de automatización.

Y claro, el “César” o los “Césares” naturales de ese sector, volviendo a la frase inicial, especialistas en muchos casos, mono-producto (aunque cada instalación sea diferente), se quejan de esa “intrusión”, legal pero incómoda.

Es llamativo que esto ocurra así. De hecho, hay no menos de medio centenar de compañías de automatización logística ofertando sus soluciones en un mercado de tamaño mediano, como el español. Y digo que sorprende, porque la automatización en logística es eso que podríamos llamar palabras mayores.

Es un producto, o mejor, un conjunto de productos interrelacionados y complejo. Que requiere de ingeniería, estudio de flujos y tensiones. Específico para cada caso. De instalación y puesta en marcha igualmente complejas. Asociado a un software o a varios interfaces de otras tantas aplicaciones informáticas. Con frecuencia con sistemas accesorios de pesos o embalajes, etiquetado… y un etcétera casi inabarcable.

¿Qué lo hace por tanto tan atractivo a propios y extraños? Seguramente su potencial. Y que es hacia donde, claramente, va la logística. Por eso, nuestro medio convocó este año el primer congreso cumbre de Automatización y Robótica en Intralogística, ARIS 2023, y lo hará igualmente en 2024. Porque es ahora y aquí.

A los que han llegado, cabe exigirles la misma excelencia de los que ya estaban; y a éstos, el acicate de hacerlo aún mejor, ante tanta competencia. Demostrar, si ese es su argumento, que son los “originales”.

Y a los que buscan, comparan y eligen, desearles la habilidad del acierto, porque cada vez es más difícil saber lo que es exclusivamente “del César”, si es que lo hay. El mercado, manda.

¿Les parece, o no?

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Más noticias sobre...

Scroll al inicio