Esta semana, hoy en concreto, 16 de febrero, es el Día Mundial de la Logística. Quizás no lo sepa. Aquí se celebra poco. Casi nada. Y eso que la onomástica se creó hace siete años, en 2016, en España. Fue en Sevilla, con motivo del III Foro convocado por la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas. Un colectivo que nació en Laredo (Texas, EE.UU.) en 2013.
Aquí celebramos el Día Europeo de la Logística, que es el tercer jueves de abril de cada año. Este 2023 será el 20 de abril. Lo promueve la ELA (European Logistics Association). Y en España, el CEL (Centro Español de Logística). Quizás por ello tenga un poco más de recorrido. Hacen falta abanderados cercanos y persistentes para dar visibilidad a estas fechas señaladas. Nosotros contribuimos, también, con un debate anual desde 2014.
Necesitamos esos hitos. Y deberían ser más potentes. Inter y extra sectorialmente. Lo primero contribuye a la articulación sectorial, siempre necesaria para mantener tensa la trama que nos relaciona profesionalmente.
Lo segundo da solvencia social a nuestro sector, aún muy escasa. El efecto colateral beneficioso de la pandemia, en forma de transparencia, atractivo y fundamento para la industria, el comercio y el consumo, ha sido una ola pasajera.
Hace años alguien me contó un proyecto que hubiera sido genial ¿Aún podría serlo?
Se trataría de organizar toda una semana de actos, reuniones, mesa redondas, feria… para marcar inequívoca y ruidosamente en el calendario la Semana de la Logística. La idea no es mía. Pero aún consciente de la dificultad de llevarla a cabo, la relanzo. Es un buen momento sectorial. Y hay toda una oportunidad. Por el bien del sector. Además de otras derivadas de cohesión, económicas…
Ya me conocen. A mí y a quienes trabajamos en este medio. Por nosotros no va a quedar.
¿Qué les parece?