Inicio / Opinión / 2021 / La culpa es del público, los turistas y los conductores

La culpa es del público, los turistas y los conductores

La sentencia está dictada. Ya hay veredicto y respuesta a la crisis del comercio internacional que ha hecho subir de manera desorbitada –aún lo hace- el precio de los fletes marítimos, convirtiendo el precio de mover un contenedor en artículo de lujo. Y eso si se consigue. Pero esta “iglesia” también tiene doctores. O doctor. Y no hay duda para reconocer su doctorado, pues ese trata del director ejecutivo de APM Terminals, Morten Engelstoft, propiedad de la naviera más grande del mundo: Maersk. Además, el púlpito elegido ha sido una de las “catedrales” de la información económica: Financial Times. Preparado el escenario, la sentencia en forma de afirmación categórica es que el consumidor es el culpable.

Todas las tensiones, la abrupta desalineación entre la oferta y la demanda, los estantes vacíos, la multiplicación por cinco de los precios de transporte de contenedores marítimos, se debe –según Engelstoft- al apetito consumidor, que es preciso que se detenga tanto tiempo como sea necesario para que las aguas se calmen.

Nada de aumentar la oferta de las navieras que –hay que recordar- suprimieron rutas y destinos ante la caída de la demanda provocada por la frenazo de la economía en los primeros meses de la pandemia. Nada de bajar precios o reducir los enormes beneficios que ahora acumula el transporte marítimo como inversión de futuro y apoyo a la demanda. No. “Necesitamos un menor crecimiento de la demanda del consumidor para que la cadena de suministro tenga tiempo de ponerse al día” ha dicho el ejecutivo de APM Terminals, sin que ningún otro responsable de ese sector opine lo contrario o le desautorice.

La culpa es del consumidor

Echarle la culpa al público porque la película es un bodrio,  al turista por la falta de días soleados, o al conductor por el estado de la carretera, entrarían en la misma categoría que la afirmación de que el consumidor es el culpable de la crisis del comercio internacional, que se nutre –parece que hay que recordar la primera lección- del consumo, sólo del consumo, siendo en esta ecuación el transporte marítimo un eslabón. Ni más, ni menos importante.

Así que, ya saben, no digan que no están avisados: si quieren contribuir a reducir la presión sobre el comercio internacional y las navieras ¡dejen de consumir! Abandonen las tiendas y centros comerciales, apaguen los ordenadores y smart-phones. Métanse bajo una manta y háganlo ya y durante todo el tiempo necesario para que deje de tensionarse el sistema. No hay otra solución ¿No?   

La COVID-19 original y sus variantes nos siguen acompañando. El escenario es más optimista,  pero es lo que hay por ahora. Cuídense y cuidarán a los demás. Y vacúnense. No lo duden.                    

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
2 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
VICENTE JIMENEZ
VICENTE JIMENEZ
23/09/2021 12:38

Gracias por el artículo Ricardo, pero que hacemos ??
Que hacemos los importadores que tenemos que pagar si o si 12000/14000 usd por un 40’HQ, que tenemos que hacer un pre booking con mas 5 semanas de antelación, que muchas veces nuestro exportador tiene que hacer un depósito con el prebooking y luego la naviera retrasa la salida sin previo avisa. Que hacemos??
Aguantar que es lo nuestro.
No me voy a meter en los muchos entuertos que se podrían arreglar, pero el día que algún gobierno de algún pa´ís se dedique a arreglar el tema del transporte maritimo y ya de paso el de la estiba, empezaremos a vivir de otra manera.

Antonio López
Antonio López
13/09/2021 12:09

Me ha encantado el tono irónico del artículo.
Lejos de poner el foco en lo cobarde que suele ser el dinero a la hora de invertir, y lo cobarde que son los gobiernos y las instituciones internacionales a la hora de tomar decisiones audaces en momentos críticos, ponemos el foco en el afán consumista de una humanidad sumida en el que probablemente sea el mayor momento de desconcierto de la historia. Gracias.

Scroll al inicio