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Homenaje

El pasado jueves 16 de julio, tuvo lugar en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, la ceremonia de Estado en memoria de las víctimas del COVID-19. Un homenaje a los que han fallecido a causa de esta pandemia aún inacabada. Y también un homenaje a los que más han sufrido y arriesgado su vida al estar en primera línea frente al enemigo más implacable e invisible que hubiéramos podido imaginar en pleno siglo XXI.

El sector de las carretillas elevadoras y las plataformas estuvo presente en la figura del secretario general de la asociación AECE. Notable y relevante esta presencia en el homenaje, pero que se me antoja escasa, mucho, para la relevancia, el papel crítico y el riesgo asumido por todos los que trabajan en la cadena logística.

Por eso, vaya desde aquí mi homenaje –y quede visible durante el breve paréntesis de descanso de mi cita semanal- a todos los que han hecho posible que la angustia, el miedo, la preocupación, la incertidumbre, la inseguridad, la tristeza, el ánimo maltrecho o en el peor de los casos, el duelo más desgarrador que nunca, fueran siquiera mínimamente mitigados por la “normalidad” de las compras.

Homenaje a todos los que hacían posible –como lo hacen cada día con pandemia o sin ella- que los lineales estuvieran suficientemente surtidos cuando salíamos a avituallarnos de alimentos y artículos de primera necesidad, temerosos y cual si fuéramos astronautas deambulando por un planeta desconocido.

Igualmente, a todos los que hicieron posible en un escenario nunca antes vivido, que los portales de venta on-line dispusieran de stocks en su oferta para comprar aquello quizás menos necesario (o imprescindible) para el cuerpo, pero sí para las almas maltrechas que necesitaban levantar el ánimo.

Y desde luego para los que recorrían unas calles y carreteras casi vacías y nos lo traían a las puertas de los domicilios. Extraños a los que deseábamos ver… en la distancia.

Homenaje a los visibles y a los invisibles

A esos, visibles, y a los que estaban detrás de ellos. Directivos logísticos, planificadores de la cadena de suministros, responsables de operaciones, de marketing y compras, estrategas en un escenario bélico, sin armas de fuego y con el solo ruido de fondo de las sirenas de las ambulancias.

Hombre y mujeres dedicados a la recogida, acopio, preparación, limpieza exhaustiva, etiquetado, empaquetado, embalado, flejado y retractilado. Profesionales del manejo y la carga y descarga de palés y contenedores con carretillas elevadoras y equipos de manipulación de interior en los almacenes y plataformas logísticas. Y a quienes les han dado soporte y mantenimiento.

Ingenieros, desarrolladores y profesionales del mantenimiento del software para gestión de almacenes, de la cadena de suministros, de tráfico, de gestión de la demanda, y de los almacenes automáticos o sistemas autónomos, herramientas que juntas son el auténtico cerebro de las operaciones logísticas.

Chóferes de trailers, camiones, furgonetas, motocicletas, bicicletas, patinetes y quienes han entregado a pie alimentos, medicinas y otras muchas mercancías.

Personal administrativo, de atención al cliente y de gestión de toda la catarata de datos, pagos, cobros, reclamaciones, etc. que ocasionaban nuestras compras on-line, que llegaron a multiplicarse por cinco, en España, durante los más duro y restrictivo del confinamiento.

Y también, espero que me lo permitan, a quienes con mayor esfuerzo mental que físico, y más ahínco que riesgo, pero con un enorme empeño por ser útiles con nuestras comunicaciones, mantuvimos nuestros sectores vivos e informados.

Todos ellos –que no nosotros- son HÉROES, con mayúsculas, de la im-pres-cin-di-ble logística. Ellos merecen desde luego ese homenaje y un hueco que no pudieron tener en la Plaza de la Armería entre los 400 invitados, sumándose a las palabras dichas, como las emocionadas de la enfermera Aroa López o las del rey Felipe VI.

Profesionalmente el “premio” de la logística española es haber conseguido situarse en el primer puesto mundial –junto con Canadá- en cuanto a nivel de disponibilidad de abastecimiento durante el estado de alarma.

Un servicio que sí fue considerado esencial desde el primer momento y que ha cumplido con sobresaliente con las expectativas. Gracias

Está claro que esto no se ha acabado.

Cuídense y cuidarán de los demás.

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El futuro que nos viene - El Blog de Juan José Montiel
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27/07/2020 11:26

[…] estos días difíciles. El pasado 20 de Julio, nuestro director, Ricardo J. Hernández, rendía homenaje emocionado a todos los héroes que, desde la logística y el transporte, han mantenido viva la […]

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