La transformación digital del sector del transporte por carretera en España discurre lentamente. Avanzar hacia una gestión más inteligente, basada en la tecnología y el dato, ayudaría a las empresas a mejorar su operativa, reducir costes y aumentar su competitividad. En los últimos dos años, la pandemia y todas sus complicaciones añadidas han puesto en primer plano la necesidad de mejorar la gestión de operaciones y la visibilidad, y han supuesto un importante impulso a la digitalización. Pero aún queda mucho por mejorar. La transformación digital es una asignatura pendiente que no es nueva, pero en 2023 seguirá siendo uno de los principales retos del sector.
La principal razón del retraso en la incorporación de tecnologías disruptivas reside en la propia naturaleza de las empresas del transporte españolas, en su mayoría microempresas o pymes. Más del 95 por 100 de las empresas de transporte tienen menos de 10 trabajadores y de media cuentan con una flota de entre dos y tres vehículos, y sus recursos para invertir en la transformación de sus sistemas de trabajo son limitadas.
Por su parte, los grandes operadores logísticos han invertido, tradicionalmente, más recursos en la digitalización de algunos procesos, pero no ha sido suficiente. Además, muchos de estos grandes operadores recurren a transportistas autónomos para reforzar sus flotas fijas, y la integración tecnológica de todos los actores de la cadena de suministro presenta aún un desafío importante.
Además, concurren otras circunstancias, como una cultura tradicional, o una edad media del sector envejecida, que hace que la resistencia al cambio sea un escollo a vencer. Con la formación en tecnologías para transportistas y la entrada paulatina de nuevas generaciones en el sector logístico, la mayoría nativas digitales, esta resistencia debería suavizarse y dar paso a una actitud más aperturista que garantice su supervivencia. Lo cierto es que la tecnología puede hacer que las empresas de este sector, donde el margen es muy exiguo, sean más competitivas.
Herramientas tecnológicas clave para el transporte
Hay una serie de herramientas tecnológicas que no deberían faltar en una empresa que gestiona envíos. Por ejemplo, una solución que permita realizar el seguimiento online de dichos envíos, lo que garantiza la visibilidad del flujo de mercancías; sistemas de facturación digitalizados, que suponen un avance significativo frente al caos de las hojas de Excel; o un software de gestión de transporte (TMS) que automatiza la gestión de cargas y descargas. Además, disponer de un cotizador online que sustituye a las llamadas y correos electrónicos optimiza el tiempo de respuesta a los clientes al posibilitar la contratación instantánea de los envíos.
En el caso de empresas medianas y grandes, los software de gestión de flotas requieren cierta inversión, pero a cambio permiten controlar los camiones con los que contamos en la flota, sus chóferes, matrícula, y otra serie de datos útiles. Existen, por último, herramientas de análisis que ofrecen una radiografía exhaustiva y actualizada de lo que sucede en el flujo de mercancías, tan al detalle que incluso son capaces de detectar qué almacenes tienen más retrasos en carga y descarga, y de poner una solución a esta incidencia.
En cuanto a los transportistas, el GPS sin duda ha supuesto un antes y un después en su conducción. Pero además, hoy el sector dispone de sistemas que planifican y diseñan las rutas de forma automática gracias a algoritmos de inteligencia artificial, reduciendo al mínimo los kilómetros que vehículo recorre vacío, lo que reduce a su vez el gasto innecesario en combustible y las emisiones de CO2, logrando que todo el proceso sea más eficiente. Del lado del almacén, los sistemas automatizados de carga y descarga a pie de muelle evitan también esperas y consiguen que esta tarea sea más ágil.
La gestión de albaranes digitales ahorra muchísimo tiempo a los conductores que evitan dedicar parte de su jornada al papeleo. Los sistemas de facturación centralizados evitan que tengan que ir detrás de cada cargador reclamando facturas en un sector de alta morosidad. Además, los sistemas que permiten la comunicación constante y directa con el almacén mejoran la planificación de las operaciones y ahorran tiempo y esperas.
La gestión documental y el paso del papel al digital es uno de los desafíos en la modernización del sector del transporte por carretera. En este apartado, cuesta cambiar estructuras que llevan mucho tiempo funcionando, pero las ventajas de avanzar en la digitalización de albaranes y facturas son importantes: acceso inmediato a los documentos, facturación más rápida, se reducen el extravío de documentos, el consumo de papel (en nuestro caso, gracias a la digitalización de albaranes evitamos una media de 600 Kg de papel al año) y los costes.
El sector del transporte por carretera necesita abordar su modernización para poder hacer frente a los desafíos que vendrán en 2023, como las tensiones en la cadena de suministro global, la alta demanda de servicios de transporte por carretera o el precio del combustible. En este contexto, las empresas necesitan mejorar su competitividad y para ello, tomar mejores decisiones. Las nuevas tecnologías y los datos que generan y tratan pueden ser la clave para avanzar en esta dirección.