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La tecnología dron: de táctica militar a técnica logística

Durante décadas, la principal pretensión de la logística ha sido encontrar las herramientas perfectas para fabricar las soluciones adecuadas con las que conseguir eficiencia, productividad y calidad, es decir, las exigencias y requisitos prioritarios para trabajar en el sector.

Para llegar a ese objetivo, el uso de tecnologías cada vez más avanzadas, la automatización de la maquinaria y la búsqueda de medios sostenibles y respetuosos con el entorno, han sido las líneas que han seguido todos los proveedores logísticos y grandes empresas del sector.

Precisamente una de las herramientas que cumple con estas expectativas es la tecnología dron. Actualmente los drones son el desafío tecnológico al que se enfrentan algunas empresas de la industria logística, grandes compañías han desarrollado sistemas para utilizarlos en sus distintas facetas, pero pocas lo emplean habitualmente para el desarrollo de su negocio por las limitaciones que presenta por el momento.

Aun así, el dron es un elemento interesante para el sector logístico, puesto que trae consigo ciertas ventajas que podrían suponer la solución a grandes problemas y retos a los que esta industria se lleva enfrentando varios años.

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En qué consiste la tecnología dron
A pesar de que el uso de drones estuvo limitado durante décadas únicamente a tácticas militares, estos vehículos aéreos no tripulados ya empiezan a vincularse con sectores civiles como la toma de imágenes aéreas, los medios de comunicación, servicios de emergencias o la industria logística.

Se trata de una simbiosis entre robótica móvil, aeronáutica y electrónica, aviones controlados por pilotos en tierra o de forma autónoma siguiendo una misión pre programada, están compuestos por un equipo visible en vuelo, que requiere de un control, una base en tierra y de un piloto que cumpla un protocolo de vuelo.

En cuanto a su ingeniería, están compuestos de materiales ligeros, puesto que de este modo es más sencillo realizar maniobras complicadas, atravesar lugares estrechos, aumentar su velocidad y reducir su peso. Lo habitual es que estén equipados con GPS (Sistemas de Posicionamiento Global), propulsados por un motor de explosión, eléctrico, o de reacción y sean capaces de volar durante horas sosteniendo hasta 2,5 kilogramos de peso. El particular, el tiempo de vuelo depende de la batería de la que se componga. El dron que batió el record en horas sobrevolando una ciudad, fue un modelo británico que consiguió sobrepasar las 82 horas de vuelo.

Aplicación a la logística
Con el auge del comercio electrónico, la logística cada vez es más necesaria y se convierte en uno de los ingredientes principales para una actividad que cada año aporta mayores ingresos a la economía española y enriquece las relaciones comerciales internacionales. En este sentido, en el sector logístico los drones pueden aportar distintas aplicaciones necesarias y podrían tener la clave para resolver desafíos que, por el momento, son grandes preocupaciones en el sector, como la última milla y otros retos que obligan a la logística a reinventarse para acaparar el volumen de trabajo que se presenta.

Es un error pensar que su uso se limita a la entrega de paquetes, ya que puede llegar a presentar otras utilidades como el control del inventario o nuevos sistemas de gestión de almacenes.

Los expertos en soluciones logísticas llevan años realizando distintas pruebas para conocer las debilidades y fortalezas de esta herramienta. Se han desarrollado prototipos y productos adicionales que colaboran en su implementación e incluso drones terminados que está previsto que se utilicen en el entorno logístico próximamente.

Ejemplo de la labor de investigación es uno de los primeros prototipos para uso logístico creado por Deutsche Post DHL, que en 2012 trató de evaluar la viabilidad de esta tecnología con el objetivo ofrecer un servicio más ágil. Tras dos años de investigación, creación de prototipos y pruebas, el DHL Parcelcopter realizó por primera vez un envío de medicamentos. Contó con un sistema de navegación automática para facilitar el despegue y el aterrizaje, alcanzó 50 metros de altura, consiguió desplazarse a 18 metros por segundo de Norddeich a la isla alemana de Juist y portar un paquete de hasta 1,2 kilogramos en condiciones climatológicas adversas (niebla, lluvia y poca visibilidad).

Según los expertos, esta es una de las pruebas que confirman que es una herramienta útil y que si se continúa investigando en su tecnología, podrá suponer una revolución en el sector logístico.

En particular, ventajas como la rapidez, la sostenibilidad, la posible descongestión tráfico y la accesibilidad a lugares de difícil acceso hacen que sea interesante aplicarlo a la logística para realizar envíos de poco peso, urgentes, evitar las restricciones al tráfico, automatizar el almacenamiento de productos o realizar controles de inventario de una forma más eficiente.

Tal y como han destacado expertos de Aerotools, compañía dedicada a la ingeniería con drones, se estima que este mercado genere a nivel mundial oportunidades de negocio por un valor de 111.000 millones de euros. En particular en España, se espera que en diez años los sistemas aéreos no tripulados abarquen el 10 por 100 del total del mercado de aviación. “Los drones son herramientas muy valiosas por su capacidad para llegar a lugares inaccesibles por otros medios, realizar tareas repetitivas, sucias o peligrosas, recoger grandes volúmenes de datos u obtener información con un nivel de detalle configurable en función de las necesidades concretas del trabajo”.

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Por todo ello, las empresas dedicadas al sector logístico no han dejado de investigar en los últimos años. Recientemente Linde Material Handling presentaba en la feria LogiMat 2017 Flybox, el dron de inventario, una aplicación que consigue aportar a los almacenes eficiencia, facilitar los trabajos de inventario, identificar los distintos productos del almacén, guardar la información sobre ellos y ahorrar tiempo y dinero.En particular, este dron de inventario mide unos 50 centímetros de ancho, está equipado con seis rotores, una cámara, un escáner lector de códigos de barras y un telémetro.

En cuanto a su funcionamiento, ha sido diseñado para moverse despacio hasta situarse frente a los materiales apilados haciendo fotografías de la localización de todos los palés e identificando los códigos de barras de los bienes almacenados. Una vez alcanzado el último nivel, se desplaza a derecha e izquierda, sincronizado con el apilador automatizado Linde, que permanece en el suelo y continúa con el proceso de documentación de arriba a abajo. La siguiente fase de su trabajo consiste en desplazarse hasta la próxima posición, ascendiendo de nuevo y repitiendo este patrón hasta que haya documentado todos los palés y transferido toda la información al ordenador central.

En la misma línea, durante este año 2017 la empresa china JD.com anunció que tenía un proyecto entre manos con el objetivo de construir la primera red de entregas a gran escala con drones del mundo en 2020.

Dicho proyecto contempla la instalación de una base aérea para drones medianos y grandes, con capacidad para distribuir toneladas de carga a baja altura y en un rango de más de 300 kilómetros, gracias al acuerdo de cooperación estratégica firmado con el Gobierno.

En tercer lugar y siendo el proyecto más reciente presentado en relación a la tecnología dron, cabe destacar la labor de investigación que ha realizado Amazon para poder poner en marcha el proyecto que lleva años planificando, Amazon Prime Air: un sistema de entrega diseñado para enviar paquetes a sus clientes en 30 minutos utilizando drones.

Según los expertos, debido a que los drones necesitan su espacio para trabajar, una base de despegue y otra de aterrizaje y tienen otras desventajas en su implementación, Amazon Prime Air no es todavía una realidad, por ello, el último proyecto de la compañía es la posible creación de un “centro de cumplimiento multinivel para vehículos aéreos no tripulados”. Se trata de una colmena que haría las veces del almacén en el que se encontrarían los paquetes que fueran a ser cargados por drones. En dicha colmena habría pequeñas pistas de despegue para cada vehículo y supondría la nueva forma de almacenar todos aquellos paquetes de poco peso y urgencia y que fueran a ser transportados por vehículos aéreos no tripulados. Actualmente se trata solo de un proyecto que Amazon ha patentado mediante la publicación de bocetos.

Ventajas de la tecnología dron
El uso de drones en la industria logística trae consigo una gran cantidad de ventajas, desde el ahorro de tiempo que supone tener un vehículo aéreo que realice el mismo trabajo que un transportista, pero evitando las congestiones de tráfico de las grandes ciudades, pasando por un proceso más fluido en la cadena de suministro puesto que los drones no tienen que trabajar por turnos y puede hacerlo de forma continua, hasta simplificar el trabajo de la logística interna.

Después de las investigaciones en esta tecnología y al ver los resultados de los primeros prototipos de drones aptos para la industria logística, expertos como Atox, fabricante de estanterías y sistemas de almacenaje, dan por hecho que es una herramienta que puede revolucionar el sector logístico. Esto se debe a sus principales beneficios:

Envíos más eficientes: tanto desde el punto de vista del tiempo como económicamente hablando, el uso de drones puede simplificar uno de los grandes desafíos de la logística actual, la última milla. El proceso de entrega sería más barato y más rápido que enviar a un transportista.

Reducción y descongestión del tráfico: en las grandes ciudades cada vez son más las restricciones al tráfico, en especial a vehículos de reparto, por la congestión que supone su actividad. Con el uso de drones, se aliviaría el tráfico de vehículos y eso también facilitaría que los envíos fueran más rápidos.

Logística interna más sencilla: desde el control de inventario hasta el desplazamiento de productos y piezas dentro del propio almacén. Esto sería más sencillo con drones con una ruta programada y supondrían una ayuda a los operarios en almacén.

Pueden hacer las veces de un vigilante: los drones pueden estar provistos de cámaras que graban de forma continua el trabajo de dicha herramienta y eso puede ser una gran ventaja para controlar que los pedidos llegan a la hora y al lugar correcto evitando robos o la manipulación de la mercancía.

Accesibilidad: gracias a su tamaño pueden atravesar zonas estrechas, altas o incluso peligrosas y eso también reduce el tiempo de entrega y la facilidad para llegar a los lugares más recónditos.

Sin descanso: una de las principales exigencias de los ciberconsumidores es que su paquete pueda llegar al destino en la franja horaria que ellos han solicitado, pero esto presenta limitaciones cuando el trabajo debe hacerlo un transportista que no puede adaptarse a las necesidades de todos los clientes. De lo contrario, un dron puede volar durante horas sin descanso y realizar todas las entregas en el horario prefijado en su ruta, dando así la facilidad al vendedor y al comprador de saber en todo momento donde está el paquete y a qué hora llegará, puesto que no tiene que enfrentarse a las condiciones del tráfico.

Dificultades de implementación
A pesar de que el uso de drones tiene múltiples ventajas, por ahora no se han implantado del todo en la industria logística, ni para su uso en reparto ni para otros como la logística interna. Esto se debe a que hay dos grandes limitaciones: la legislación y la tecnología.

En primer lugar, la legislación actual todavía no está regulada del todo y las indicaciones que ofrece, tanto el Ministerio de Fomento como la Unión Europea, dejan fuera numerosas actividades que no queda claro si se pueden realizar.

En particular, el uso de drones profesionales para uso comercial o industrial implica actualmente tener que cumplir con una gran cantidad de requisitos que podrían dificultar su uso logístico.

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La última normativa publicada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), indica que para poder volar un dron, la empresa debe disponer de la documentación sobre la caracterización de la aeronave, contar con un manual de operaciones en el que se establezcan los procedimientos de la operación, haber realizado un estudio aeronáutico de seguridad de la operación y certificarlo, establecer un programa de mantenimiento de la aeronave conforme a las recomendaciones del fabricante, estar registrado en AESA, disponer de un seguro conforme a la normativa vigente, contar con un piloto con más de 5 años de experiencia, no volar de noche y garantizar que la operación se realice a una distancia mínima de 8 kilómetros de cualquier aeropuerto o aeródromo, o de 15 si en él se puede operar en vuelo instrumental para evitar accidentes.

Además de las complicaciones de la legislación actual en España, cabe destacar que cada país mantiene una normativa distinta, no hay una regulación común y eso dificulta su uso profesional en la industria logística.

En segundo lugar, en cuanto a la tecnología, su principal limitación es la batería, la cual todavía no se ha encontrado la forma de incrementar para conseguir vuelos más duraderos cargando peso. Pero además de eso, cabe destacar que los drones todavía necesitan una base de despegue y otra de aterrizaje, su vuelo dirigido mediante GPS le envía directamente a esa base, no a una ubicación concreta. Esto implicaría que todos los domicilios tuvieran que tener una base de aterrizaje para recibir sus pedidos, algo que es impensable en ciudades como Madrid o Barcelona en las que abundan los edificios altos y no las casas individuales y bajas.

Pero además de estas dos, hay otras desventajas como la seguridad, la cual no está siempre garantizada con este tipo de vehículos aéreos ya que pueden perder el control y caer en un lugar equivocado provocando, además, daños a personas.

A pesar de que consigamos con esta tecnología descongestionar el tráfico en las carreteras, si se generaliza el uso de drones comerciales se obstruiría el aéreo y eso no supone ninguna ventaja, sobre todo porque, como apuntan los expertos en ingeniería de drones, este aparato debe estar dirigido por un humano y necesitaríamos controles aéreos y rutas como los aviones.

Asimismo, el hecho de que necesiten vigilancia constante puesto que se transportan bienes propiedad de otras personas y pueden causar daños si se averían en funcionamiento, implica que al principio de su implantación se necesite una gran inversión de tiempo y dinero para controlar y vigilar sus movimientos tanto en el almacén como en los trayectos programados.

Complemento tradicional a un método futurista
Tras valorar las distintas ventajas, desventajas, avances e investigaciones en tecnología dron, las empresas dedicadas al sector logístico y los expertos en la ingeniería de estos vehículos, han llegado a la conclusión de que lo mejor, por el momento y mientras continúan los estudios, es que se empleen como instrumento adicional a los procesos logísticos tradicionales y no alternativos.

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Ejemplo de esta filosofía tomada por el sector, es el último proyecto del fabricante Mercedes Benz, la Vision Van. Con un motor de 75 kW y que permite recorrer hasta 270 kilómetros, es un prototipo de furgoneta híbrida, equipada con drones de reparto integrada y la primera del mundo capaz de asumir todas las funciones de una cadena de suministro digitalizada que comprende el proceso desde el centro de distribución al destinatario final.

Esta idea de Mercedes Benz es solo una de las cientos que se prevé que se vayan a ir desarrollando como complementos tradicionales a métodos futuristas.

 

                                                                                                                                                    

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