El comercio electrónico y la necesidad de hacer llegar a los compradores los bienes físicos adquiridos en la red, son una oprotunidad para la logística, aunque aún haya que resolver importantes escollos en la última milla y la logística inversa. Según Jesús Marqueta, director general de Camerpyme, el 60 por 100 de los usuarios españoles de e-commerce ha tenido algún problema en algún eslabón de la cadena de suministros y un 39 por 100 nunca ha recibido su compra en primera instancia.
El reto logístico es enorme, toda vez que el comercio B2C no sólo ha roto la variable tiempo -se puede compar en cualquier momento-, si no sobre todo la variable espacio/geográfica, dice Marqueta, provocando que, virtualmente, se pueda comprar desde cualquier parte del mundo, multiplicando la problemática logística.
Las cifras en todo caso son alentadoras, especialmente en el escenario actual, ya que en España en 2010 el e-comemrce creció un 28 por 100 -mientras el resto de la economía se contraría- y este este año 2011 se espera que vuelva a crecer un nada despreciable 20 por 100.
En cifras absolutas el comercio electrónico en España sumó el último ejercicio 100 millones de operaciones y 7.300M de euros. Y cuatro de cada diez internautas admiten comprar en Internet.
¿Es suficiente? seguramente no si comparamos esta cifra con los 43.000 M de dólares en operaciones en los Estados Unidos en tan sólo un trimestre de 2011.
La problemática logística de la entrega y recogida es uno de los quebraderos de cabeza de esta nueva fórmula comercial -especialmente de los exitosos clubs privados de venta y de los operadores que les dan soporte-, concentrada básicamente en un puñado de artículos: ropa y calzado (17,8 por 100 de las operaciones); electrodomésticos y electrónica (14,8 por 100); libros (14,3 por 100) y alimentación y bazar (10 por 100).