Durante el año 2021 creció la presencia de autónomos en el sector del transporte de mercancías en España, rompiendo la tendencia de los últimos 20 años.
La eliminación de los requisitos de flota mínima y de antigüedad máxima de la flota para acceder por primera vez al sector, así como su tributación simplificada, han contribuido al resurgimiento de la figura del autónomo en el transporte por carretera en nuestro país, lo que precisa de una regulación legal que refuerce su actividad, para evitar abusos por parte de las empresas cargadoras e intermediarios, informa Fenadismer.
“La eliminación en 2018 de los requisitos de flota mínima a instancias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, unido a la posterior supresión por el Tribunal Supremo de la antigüedad máxima de los vehículos de transporte de mercancías, han contribuido a que en estos años se haya invertido la tendencia que venía produciéndose en las últimas dos décadas de incremento de la presencia de la empresas mercantiles en detrimento de la figura del autónomo, que en todo este período ha reducido su presencia en más de 20 puntos en favor de las sociedades”, explica la federación.
De hecho, a 1 de enero de 2022 los autónomos representaban ya el 56,7 por ciento del total de empresas en transporte pesado, frente al 42,1 por ciento de las empresas mercantiles y del 0,8 por ciento de las cooperativas. Por su parte, en el transporte ligero destaca aún una mayor predominancia de los autónomos con el 74,7 por ciento de presencia, por sólo el 24,6 por ciento de las sociedades mercantiles y el 0,55 por ciento de cooperativas.
Se necesita una normativa legal
“Este predominio de la figura del autónomo requiere el establecimiento de una norma legal que permita equilibrar las relaciones comerciales de los transportistas con sus clientes, en la mayoría de los casos grandes empresas cargadoras e intermediarios, ya que en la actualidad la contratación de sus servicios no se realiza en la mayoría de los casos a pie de igualdad, sino mediante la imposición de las condiciones de trabajo”, opinan desde Fenadismer.
“Es una muy buena oportunidad la aprobación de la Ley de Cadena del Transporte que el Gobierno se ha comprometido a aprobar en los acuerdos suscritos con las asociaciones de transportistas a finales del pasado mes de marzo, cuyos objetivos deben basarse, a juicio de Fenadismer, en permitir que los transportistas realicen su actividad en condiciones de rentabilidad, así como en regular la cadena de subcontratación, limitando la presencia de aquellos intervinientes que no aportan valor añadido a la actividad del transporte sino que sólo contribuyen a degradar las tarifas a percibir por los transportistas efectivos”, destacan.