La Asamblea de Fenadismer ha acordado exigir al Gobierno español la aprobación de medidas urgentes y extraordinarias que alivien la situación.
Fenadismer considera absolutamente inadmisible e insolidario los escandalosos beneficios que están obteniendo las compañías energéticas en la actual coyuntura económica por la crisis de Ucrania, perjudicando muy gravemente a las familias, autónomos y pymes españolas.
Por ello, la Asamblea de Fenadismer ha acordado exigir al Gobierno español la aprobación de medidas urgentes y extraordinarias que alivien dicha situación, entre otras, interviniendo el mercado petrolífero en nuestro país, para evitar el colapso del transporte por carretera, al no poder asumir un incremento de más de un 50 por ciento del precio de los carburantes.
Pide que se limiten los precios máximos de venta de los carburantes, como ya se hizo vigente en la década de los 90.
“En los últimos meses, las familias españolas, así como particularmente los autónomos y las pequeñas y medianas empresas, están sufriendo con enorme virulencia la brutal escalada de los precios de las energías, que se ha visto agravada en los últimos días por la situación bélica que se vive a nivel internacional tras la invasión rusa de Ucrania”, dicen desde Fenaismer.
Y añaden que “en estos momentos de coyuntura económica tan críticos, Fenadismer considera inadmisible que unos de los grandes beneficiados de esta crisis sean las grandes compañías energéticas, que están obteniendo unas ganancias escandalosas a costa de los pequeños consumidores. Tal es el caso de las compañías petrolíferas que están llegando incluso a adelantar en los precios de venta final de los carburantes las posibles alzas que pudiera tener el crudo en el futuro en los mercados internacionales, pese a que el producto que tiene en stock, y que es el que se vende a hora en las estaciones de servicio, fue adquirido a precios muy inferiores.
Como ya ocurrió durante la crisis económica de 2008, una vez más se demuestra la poca sensibilidad mostrada por las principales compañías energéticas con la sociedad española, a las que no parece importarles mucho la gravísima situación económica que se avecina en nuestro país, y que exige por todos los agentes económicos su máximo compromiso y aportación para contribuir a minimizar su impacto. Sin embargo, como ya sucedió en 2008, lejos de reducir sus márgenes de comercialización, tanto las compañías eléctricas como las petroleras los están aumentando espectacularmente, lo que motivó que ya fueran sancionadas en su día por la Comisión Nacional de la Competencia, pese a lo cual, por lo que se está demostrando en estas últimas semanas, su actuación va dirigida en la misma dirección”.